Si durante este fin de semana no hemos conseguido mantener nuestro nivel habitual de noticias, no ha sido porque hayamos estado de vacaciones. Al contrario, ha sido porque tras la revisión del malogrado Tail It no hemos querido publicar otra de un producto tan malo o peor que aquél.

Aunque ya Òscar nos había prevenido “contra” los productos de Turris a nosotros nos parecía que su MOX tenía, al menos sobre el papel, muchas utilidades ya que además de como router lo podríamos utilizar como cliente para torrents, como switch, servidor de impresión, NAS e incluso para sustituir a nuestra RPi para alojar a nuestro Home Assistant para tener controlada nuestra casa.

Al final y después de mucho trabajo (¿demasiado?) aparte de recordar nuestros viejos tiempos trabajando en Linux hemos conseguido que el MOX funcione y, sobre todo, habiendo encontrado sus limitaciones que no son pocas… pero de todo eso hablaremos en los próximos días en su correspondiente revisión.

En cualquier caso os podemos adelantar que ni vamos a prescindir de nuestro actual router RT-AC88U de Asus … ni podemos liberar la RPi para utilizarla con la impresora 3D que todavía tenemos empaquetada desde hace un par de años

Es bien sabido que la impresión 3D ha constituido un gran avance en la medicina personalizada al desarrollar biomodelos que facilitan en gran medida la labor del profesional de la salud.

Un nuevo paso en este camino es el trabajo colaborativo llevado a cabo por mis paisanos del grupo Biomat de la Universidad del País Vasco (España) y la empresa Domotek que ha permitido la obtención de biomodelos personalizados de colágeno nativo.

A partir de imágenes médicas tomadas al paciente, principalmente mediante Tomografía Axial Computarizada (TAC) o Imagen por Resonancia Magnética (MRI), se pueden obtener modelos digitales 3D para imprimir réplicas exactas (biomodelos) de la anatomía del paciente.

Las impresoras 3D pueden reproducir los biomodelos en plástico o resina, pero estos materiales presentan riesgos de infección o rechazo, por ello el desarrollo de nuevos materiales es clave.

El grupo de investigación Biomat de la UPV/EHU ha centrado su investigación en materia de biosalud desarrollando biomateriales biocompatibles, biodegradables, que no presentan citotoxicidad y que, además, pueden ser procesados por la tecnología de impresión 3D, utilizando como matriz un material biológico como el colágeno.

Domotek, por medio de la fabricación avanzada desarrollada el marco de industria 4.0, se ha centrado en el software y la digitalización.