Si el pasado mes os comentábamos que gracias a la IA se habían descubierto mutaciones que podrían mejorar eficiencia de una enzima natural llamada PETasa que permite que las bacterias degraden el PET (el de las botellas de refrescos, por ejemplo).
Ahora se ha descubierto que la saliva humana podría contener una enzima capaz de descomponer el PET. Los investigadores encontraron la prometedora enzima, una hidrolasa, en una base de datos que contiene muestras del metagenoma humano. Según informan en la revista Angewandte Chemie, esta hidrolasa recién descubierta funciona mejor que muchas otras hidrolasas de PET bacterianas conocidas. Los autores añaden que puede producirse mediante métodos biotecnológicos y que podría utilizarse en el reciclaje de plásticos o para funcionalizarlos.
Los investigadores creen que, dado que los humanos consumen grandes cantidades de alimentos envasados con PET, los microbios de la saliva, o del tracto gastrointestinal, pueden haber evolucionado para digerir los microplásticos. El equipo descubrió la nueva hidrolasa, a la que denominaron MG8, mientras buscaba en una base de datos pública de metagenomas y pudo atribuir la fuente probable de la enzima a bacterias Gram negativas que pueden residir en la saliva humana.
Aparte de las perspectivas de escalabilidad del reciclaje, el equipo también prevé otro uso de la MG8. Descubrieron que no sólo puede descomponer el PET con facilidad, sino que, con una pequeña modificación, también puede unirse a él con gran eficacia. Para ello, modificaron la secuencia de la proteína sustituyendo uno de los aminoácidos naturales (serina) en el sitio activo por un aminoácido no natural, el DAP. La enzima modificada se adhirió inmediatamente al polvo de PET. Esto podría utilizarse como vehículo para funcionalizar las superficies de PET, aumentando la versatilidad del PET en dispositivos médicos, por ejemplo, y mejorando la versatilidad del PET reciclado.
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