Investigadores del MIT han creado un tipo de concreto capaz de almacenar energía, un descubrimiento que podría cambiar la forma en que alimentamos nuestras casas y vehículos eléctricos.
¿Concreto que almacena energía? ¡Sí, has leído bien!
Resulta que cuando mezclas cemento y negro de carbón con agua, el concreto resultante se auto-organiza en un supercondensador que almacena energía. ¡Y hablamos de suficiente energía como para alimentar una casa o cargar rápidamente coches eléctricos! Este concreto utiliza la reacción del agua con el cemento para formar una red de canales que se llenan de negro de carbón, creando así electrodos de carbono con una gran superficie.
¿Cómo funciona?
Estos canales, separados por una capa aislante o un pequeño espacio, funcionan perfectamente como las placas de un supercondensador una vez que se ha bañado todo en un electrolito estándar, como el cloruro de potasio. Los supercondensadores pueden cargarse y descargarse casi inmediatamente, por lo que la densidad de potencia y la salida suelen ser mucho mayores que las de una batería de litio estándar.
¿Un bloque de concreto que almacena energía?
Imagínate un bloque de concreto de 45 metros cúbicos lleno de negro de carbón. Este bloque sería capaz de almacenar alrededor de 10 kWh de electricidad, suficiente para cubrir del orden de un tercio del consumo de energía de un hogar medio en Estados Unidos. Y lo mejor de todo es que este bloque de concreto súper capacitador no necesitaría ser pequeño; el concreto tiende a usarse en grandes cantidades.
¿Qué significa esto para el futuro?
Este descubrimiento abre una gran cantidad de posibilidades. El concreto que almacena energía podría combinarse con paneles solares de carreteras y bobinas de carga inductiva para crear carreteras de carga inalámbrica para vehículos eléctricos. Por otra parte, este tipo de concreto podría usarse en las bases de grandes instalaciones de almacenamiento de energía de la red, creando supercondensadores de concreto que podrían complementar las baterías químicas más lentas.
Reflexiones adicionales
A pesar de las promesas de esta nueva tecnología, todavía existen incógnitas. No está claro si este tipo de concreto sería adecuado para uso en exteriores donde se mojaría, o si estos supercondensadores de concreto podrían ser vertidos en el lugar para auto-ensamblarse. Sin embargo, no hay duda de que se trata de un proyecto fascinante que podría revolucionar la forma en que almacenamos y usamos la energía.
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La verdad es que sobre cemento, hormigón o concreto hemos escrito muchas noticias desde nuestros inicios hace «casi» 24 años … que celebraremos el próximo mes, por si se os había olvidado.
De acuerdo al portal ARKIPLUS para los arquitectos la diferencia entre cemento y concreto está muy clara:
«El CEMENTO, como todo conglomerante, consiste en el producto que se emplea para la unión de los componentes del concreto. Los cementos más comunes se obtienen mezclando rocas calizas, areniscas, arcillas y yeso. Es un compuesto que tiene la propiedad de generar una reacción que le da ese poder de adherencia al entrar en contacto con el agua.
Por su parte, el CONCRETO (también llamado MORTERO) es la combinación de arena gruesa, piedra molida, cemento y agua. Según el porcentaje empleado de cada uno de estos materiales, cambiará la resistencia del producto final.
El concreto resiste esfuerzos de compresión muy altos pero no así los esfuerzos de tracción.
En este sentido, se dice que el cemento es simplemente uno de los elementos que forman el concreto.
Otra diferencia es que el cemento necesita más tiempo de fraguado en relación con el concreto, ya que el tiempo de este puede acelerarse agregando cloruro de calcio o dependiendo de la cantidad de yeso en la mezcla.
Cabe destacar que el cemento solo tiene menores utilidades, el más empleado es la variedad de cemento Portland, pero es esencial para lograr el concreto con el que se realizarán edificaciones y grandes proyectos arquitectónicos.
El cemento puro no sirve para construir pero sin cemento no hay concreto».