Un equipo de ingenieros de Florida ha creado un guante robótico flexible para ayudar en la rehabilitación de pacientes con neurotrauma, como accidentes cerebrovasculares. El guante, diseñado como un exoesqueleto de mano, permite a los pacientes recuperar habilidades motoras finas, como escribir o abrochar botones.

El guante robótico, que pesa solo 191 gramos, cuenta con sensores táctiles en cada punta de los dedos. Estos sensores miden la fuerza aplicada y envían la información a un microcontrolador que utiliza un algoritmo de red neuronal artificial para determinar la corrección de los movimientos del usuario.

Para entrenar el guante robótico, los ingenieros utilizaron la canción infantil “María tenía un corderito” en el piano. Enseñaron al algoritmo cómo se sentiría tocar la canción correctamente y también crearon variaciones incorrectas. Cuando el guante detecta un error, los actuadores neumáticos aplican una ligera presión para guiar los dedos hacia la acción correcta. Por el contrario, cuando el usuario realiza el movimiento correctamente, los actuadores respaldan y mejoran su precisión.

A diferencia de otros guantes robóticos, este dispositivo destaca por su tamaño compacto y su construcción flexible, lo que lo hace más cómodo y conveniente para los pacientes. Los ingenieros planean agregar retroalimentación háptica o de audio al guante para brindar información adicional al usuario.

Si el guante robótico se comercializa, su producción a escala sería sencilla, ya que puede imprimirse en 3D como una sola pieza. Además, se podrían utilizar técnicas de imágenes en 3D para crear guantes personalizados que se ajusten perfectamente a cada individuo.

Este avance en la rehabilitación de pacientes con neurotrauma representa una esperanza para aquellos que necesitan recuperar habilidades motoras finas. El guante robótico podría mejorar significativamente su calidad de vida y acelerar su proceso de recuperación.