En la Universidad china de Tsinghua afirman haber desarrollado un nuevo algoritmo de factorización de ahorro de qubits que podría significar problemas para los estándares de seguridad criptográfica en un futuro no muy lejano. 

El algoritmo, llamado factorización de enteros cuánticos de recursos sublineales (SQIF), pretende optimizar el proceso de cálculo cuántico al reducir la cantidad de qubits necesarios para realizar los cálculos de descifrado de códigos. El trabajo se basa en un algoritmo desarrollado en 2013 por el investigador alemán Claus Schnorr .

Si tiene éxito, el algoritmo chino podría reducir las posibilidades de romper el cifrado más fuerte de la actualidad utilizando las tecnologías cuánticas disponibles mucho antes de lo esperado originalmente.

Creado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en 2001, SHA-256 es una función de hashing criptográfico que transforma los datos en una cadena cifrada de 256 caracteres. La salida cifrada es ilegible a menos que un destinatario tenga la clave adecuada para descifrar el mensaje.

Estas claves de descifrado también se componen de cadenas matemáticas complejas relacionadas con el hash SHA-256, lo que hace que un mensaje cifrado sea extremadamente difícil de descifrar sin las claves adecuadas. Por ejemplo, se estima que el tiempo para descifrar una clave de cifrado RSA-2048 bit utilizando los recursos informáticos tradicionales más potentes de la actualidad es de unos 300 billones de años.

Sin embargo si el algoritmo SQIF escala y reduce los recursos de computación cuántica necesarios para ejecutar los cálculos, entonces la espera para que la tecnología cuántica madure lo suficiente para ejecutar los cálculos podría reducirse a unos pocos años.

Actualmente el equipo chino al que nos referiamos aún no ha demostrado la capacidad de romper la barrera de cifrado de 2048 bits. Sin embargo, han demostrado con éxito la viabilidad de SQIF al descifrar una clave de cifrado de 48 bits de longitud con una pequeña computadora cuántica superconductora de 10 qubits. 

Hay que recordar que Osprey el procesador cuántico presentado por IBM el pasado mes de noviembre es actualmente el más grande del mundo, con 433 qubits. La hoja de ruta de la compañía describe planes para buscar procesadores más grandes que van desde 1100 qubits en 2023 hasta más de 4100 qubits en 2025. En comparación, el algoritmo SQIF afirma reducir la escala práctica requerida de una computadora cuántica a 372 qubits.

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