Activista medioambiental de la noche a la mañana Alejandro Agag (casado con la hija de Aznar) dio un giro radical a la Fórmula 1. Adicto confeso a la electrificación como fuente de energía sostenible ahora revoluciona el automovilismo. La sorpresa llegó en 2014 cuando lanzó Fórmula E, carreras para monoplazas eléctricos.
Ahora se ha lanzado al agua junto a su amigo Rodi Basso,ingeniero de automovilismo con experiencia en la Fórmula 1 trabajando con Ferrari y Red Bull Racing, además de trabajar con la NASA.
Juntoa han creado la E1 Series como nueva categoría de competición de lanchas eléctricas organizada por la Union Internationale Motonautique. El campeonato, que se iniciará el próximo año, se establecerá para crear una propuesta nueva y competitiva de carreras en el agua basada en tecnologías limpias para proteger nuestras aguas y áreas costeras.
Agag reconoció en la presentación de su proyecto que a día de hoy «el uso de energía eléctrica en el agua aún se encuentra en una etapa embrionaria» y confía en que esta nueva competición promueva soluciones para una navegación más limpia. Pese a dicho hándicap tecnológico, la mano derecha de Agag en este proyecto, Rodi Basso ha prometido que los barcos brindarán «un espectáculo deportivo emocionante».
Por ejemplo, el primer barco de carreras eléctrico del mundo, el RaceBird, es una creación de la diseñadora noruega Sophi Horne y cobró vida junto con el arquitecto naval e ingeniero marino Brunello Acampora.
Puede alcanzar velocidades de 50 nudos (93 kph), con una potencia máxima de salida de 150 kW siendo la capacidad de su batería de 35 kWh (dos cargas completas por evento de carrera).
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