El año pasado os contábamos como era posibe hacerse con datos sensibles simplemente mirando el resplandor del monitor del PC o escucahando las vibraciones de los ventiladores de fuentes de alimentación o de enfriamiento de procesadores, por ejemplo.
Ahora la universidad de Alabama acaba de publicar un interesante artículo demostrando que también es posible robar información a través del acelerómetro del móvil… lo que ellos han batizado como SPEARPHONE.
Cuando hablas con el teléfono móvil, las reverberaciones de los altavoces internos pueden llegar al acelerómetro del teléfono. A través de técnicas de Machine Learning se pueden interpretar las vibraciones y con ello identificar quién habla (80% de precisión), saber el género de la persona (90% de precisión)…
Finalmente con técnicas de reconocimiento de voz se podría reconstruir el contenido de las conversaciones.
No es la primera vez que sensores secundarios se señalan como potencial vector de ataques a la privacidad. Otros estudios han expuesto la posibilidad de recoger las vibraciones que generan las pulsaciones sobre los teclados táctiles para interpretar lo que se está escribiendo.
