En 2025, la FAA (Federal Aviation Administration) de EE.UU. ha anunciado el fin definitivo del uso de disquetes y Windows 95 en su sistema de control de tráfico aéreo, piezas clave de una infraestructura que arrastra tecnología de hace más de tres décadas. El plan contempla sustituir papeles, floppies y software obsoleto por sistemas modernos basados en fibra óptica, satélites y seguridad cibernética robusta, con una inversión estimada en decenas de miles de millones de dólares y un calendario de ejecución de 3 a 4 años. Este cambio, impulsado por vulnerabilidades expuestas en incidentes recientes —como las caídas de radares en Newark—, buscará garantizar fiabilidad, mantenimiento escalable y ciberresiliencia en entornos críticos.
Contexto y alcance del problema
La FAA ha reconocido que más de un tercio de sus sistemas de control aéreo son “insostenibles” por su antigüedad —hasta 2023—, y algunos ya han empezado a fallar. Esto incluye desde ordenadores con Windows 95 y comunicación mediante floppies y tiras de papel, hasta radares basados en tecnología de los años setenta.
Tanto la FAA como el Departamento de Transporte de EE.UU. han puesto en marcha un ambicioso plan para reemplazar estos elementos por tecnologías avanzadas: fibra, inalámbrico, control por satélite, radios digitales y centros de control modernos
Datos clave:
45 000 vuelos diarios gestionados por ~10 700 controladores en 300 instalaciones
618 sistemas radar reemplazados, más de 25 000 radios actualizados, conexión en ~4 600 ubicaciones
Coste estimado: “decenas de miles de millones” de dólares, posiblemente entre 30 000 y 40 000 millones según fuentes .
Los riesgos ocultos de usar tecnología vintage
Mantener sistemas tan antiguos implica riesgos técnicos y operativos serios:
Fragilidad del hardware: piezas obsoletas, fallos mecánicos como cables de cobre deteriorados (causaron cortes en Newark) .
Dificultad para mantener y obtener piezas: el último disquete se fabricó en 2011; los repuestos son reliquias de eBay .
Problemas de seguridad cibernética: sistemas sin soporte moderno, vulnerables al no disponer de actualizaciones ni soporte activo.
Limitaciones operacionales: equipos que no se apagan jamás, lo que dificulta implementar actualizaciones sin interrupciones en un entorno 24/7
Qué implica el plan de modernización
Objetivos principales:
Eliminar disquetes y strips de papel en torres y centros de control.
Sustituir Windows 95 por sistemas operativos modernos y seguros.
Implementar infraestructura de comunicaciones robusta: fibra óptica, conexiones inalámbricas y vía satélite.
Reemplazar radar, radios analógicas y telecomunicaciones basadas en cobre.
Consolidar centros: de 21 instalaciones de tráfico de gran altitud se planean construir solo 6 nuevas, integrando funciones mediante virtualización y tecnología marítima.
Cronograma (2025‑2028/2029)
El plan prevé una implementación integral en 3‑4 años, aunque fuentes expertas consideran el plazo demasiado optimista
Presupuesto
Presupuesto preliminar de la Cámara: 12 500 millones USD.
Trump/Duffy solicitaron 4 000 millones para 2026, pero el ciclo completo requerirá “decenas de miles” según distintas estimaciones .
Tecnología y cifras técnicas en detalle
Radar antiguo vs nuevo
Radar de los años 70 con antenas mecánicas y procesamiento analógico, ancho de banda limitado, capacidad de refresco de hasta 5 Hz.
Nuevo radar digital con frecuencias X/S‑band, digital beamforming, actualización 60 Hz mínimo, resolución angular < 0,1°, integrable en sistemas ADS‑B.
Comunicaciones
De cobre (latencia variable, susceptibilidad a interferencias electromagnéticas, tasa de error > 10‑3 en entornos críticos).
A fibra óptica (más de 10 Gbps, latencia < 1 ms, interferencia nula, mejorciclo vida útil).
Uso de enlaces satélite redundantes (LEO/MEO) para asegurar continuidad en zonas remotas.
Sistemas operativos
Pasar de Windows 95 sin soporte, sin actualizaciones, incompatibilidad con drivers modernos, a plataformas con Linux en tiempo real o Windows Server 2025, certificadas militarmente, con sellos FIPS 140‑2 y cifrado AES‑256 en comunicaciones.
Seguridad cibernética
Implementación de zonas aisladas (air‑gaps), monitorización continua 24/7, detección de intrusiones (IDS/IPS), autenticación multifactor (MFA), acceso basado en roles (RBAC) y cumplimiento con NIST SP 800‑53 rev. 5.
Profundizando en el elemento principal del cambio
El núcleo de la campaña es la eliminación del disquete: ese soporte magnético almacenaba procedimientos de aproximación instrumentales (ILS) antes de ser cargados en PCs Windows 95 en las cabinas de control . El plan contempla sustituir esta rutina por transferencias seguras via red, protocolo certificado (ej. SFTP con IPSec) hacia terminales seguras con “reference computer”, eliminando por completo la necesidad física de inserción manual de disquetes.
Esto reduce el riesgo de corrupción de datos, acelera la ejecución (de 2 minutos con floppy a 20 segundos vía red), y automatiza la validación digital con checksums SHA‑256 en cada carga.
Obstáculos técnicos y logísticos
No se puede apagar el sistema: requiere técnicas de despliegue “hot swap” y arquitectura de alta disponibilidad (HA) con módulos redundantes.
Certificación y validación: cada nuevo componente debe superar rigurosas pruebas de seguridad funcional (DO‑178C, DO‑254).
Consolidación de centros: trasladar funciones de 21 ubicaciones físicas a 6 implica virtualización de sistemas críticos y coping con resistencia política local .
Futuros beneficios y oportunidades
Resiliencia operativa: redundancia física y digital que reduce sistemas caídos (~1 000 fallos/semana por hardware anticuado) .
Mayor seguridad: cifrado nativo, actualizaciones automáticas, alertas en tiempo real.
Escalabilidad: nueva infraestructura permite gestionar futuras tecnologías (drones, eVTOL).
Mantenimiento coste‑eficiente: menos tiempo en reparaciones de hardware legado y más en optimizaciones.
Reducción de retrasos y costes operativos: los incidentes relacionados costaron 33 000 M USD en 2019 solo por demoras nypost.com.
Reflexiones finales
Este proceso no solo es un cambio técnico, sino un paso hacia una cultura de modernización continua en sistemas críticos. La transición representa desafíos notables: presupuesto, certificación, sincronización, política… Sin embargo, la tecnología moderna puede ofrecer sistemas con tiempo de actividad mayor al 99,99%, latencias reducidas, mejor capacidad de auditoría, automatización y análisis de datos.
En un mundo donde lo que hoy es avanzado queda obsoleto en cinco años, apostar por plataformas abiertas, modulares y seguras es esencial para evitar que el próximo “disquete” sea el software del futuro.
