Nintendo ha relanzado su icónico mando GameCube con un rediseño pensado para la nueva Switch 2. A simple vista parece una réplica fiel del original de 2001, pero incorpora importantes mejoras internas como botones más precisos, mejor ergonomía, conectividad inalámbrica vía Bluetooth y carga mediante USB-C. Aunque está destinado principalmente a juegos clásicos de GameCube disponibles en el Expansion Pack de Nintendo Switch Online, su diseño refinado y su tacto lo convierten en una alternativa seria a los mandos actuales como el Pro Controller o los Joy-Con 2. Este artículo analiza en profundidad qué hace especial este renovado mando, cómo se compara con otros controles modernos y si realmente merece un lugar en el setup de cualquier fan de Nintendo.
El rediseño del mando GameCube: mejoras internas sin alterar la esencia
La nueva versión del mando GameCube para Switch 2 conserva la silueta y disposición de botones que lo convirtieron en uno de los favoritos de los fans, especialmente en títulos como Super Smash Bros. Melee o Mario Kart: Double Dash!!. Sin embargo, las diferencias respecto al modelo original son notables.
Nintendo ha mejorado considerablemente el tacto de los botones: los tradicionales pulsadores de goma blanda se han sustituido por interruptores con mayor firmeza y respuesta mecánica. Este cambio se nota especialmente en el botón A central y en el D‑pad, que en la versión clásica era considerado impreciso por muchos jugadores. Ahora, este rediseño ofrece un control más definido y agradable al tacto, ideal para juegos de plataformas o acción precisa.
Además, se ha optimizado el recorrido de los gatillos analógicos (L y R), aportando una sensación de progresión más clara sin dejar de ser cómodos. Aunque el aspecto externo apenas varía, el interior del mando ha sido modernizado para cumplir con los estándares de calidad de 2025, mejorando así la durabilidad y la fiabilidad del dispositivo sin traicionar su ADN nostálgico.
Tecnología moderna para una experiencia más cómoda
Uno de los mayores aciertos de este nuevo modelo es su incorporación de funciones modernas sin afectar el diseño original. El mando ya no depende de cables ni de adaptadores: se conecta mediante Bluetooth directamente a la Switch 2. Esto elimina una de las principales molestias del mando original, que requería un adaptador especial en la Switch para funcionar, y que además limitaba el número de mandos conectables al mismo tiempo.
También destaca la inclusión de carga por USB‑C, el estándar actual, lo que permite cargar el mando de forma rápida y cómoda. El indicador LED y el puerto están discretamente integrados para no romper la estética clásica.
Además, se han añadido botones adaptados al ecosistema de la Switch 2: el botón de captura permite hacer fotos o grabar vídeo del juego, y un nuevo botón “C” activa la función GameChat, el sistema de voz y vídeo integrado en la consola. Estas incorporaciones lo sitúan a la altura de otros mandos modernos sin comprometer su esencia retro.
Comparativa: GameCube vs Pro Controller y Joy-Con 2
El mando GameCube modernizado entra en competencia directa con los dos controles principales de la consola: el Pro Controller y los Joy-Con 2. Cada uno tiene sus puntos fuertes, pero la elección dependerá del tipo de jugador y del uso que se le quiera dar.
Característica | Mando GameCube Switch 2 | Pro Controller Switch 2 | Joy-Con 2 (en conjunto) |
---|---|---|---|
Diseño | Retro, ergonómico | Moderno, ergonómico | Modular, versátil |
Conectividad | Bluetooth, USB‑C | Bluetooth, USB‑C | Conectados al rail o inalámbricos |
Compatibilidad de juegos | Solo juegos GameCube | Todos los juegos Switch | Todos los juegos Switch |
Funciones extra | Captura, GameChat | NFC, giroscopio, rumble HD | Giroscopio, rumble HD, IR |
Batería | Recargable USB‑C | Recargable USB‑C | Recargables, individuales |
Peso y tamaño | Medio, compacto | Más grande y robusto | Ligero, pequeños |
Mientras el Pro Controller destaca por su comodidad general, batería de larga duración y compatibilidad universal con todos los juegos de la consola, el mando GameCube está claramente orientado a los fans de lo retro y de títulos específicos. Su ergonomía sigue siendo excelente, especialmente para manos medianas y grandes, y la calidad de los botones lo convierte en una opción extremadamente satisfactoria si se va a utilizar para juegos compatibles.
Los Joy-Con 2, por su parte, siguen siendo la opción predeterminada para el juego portátil y para experiencias que implican movimiento o juego en pareja. Sin embargo, su pequeño tamaño y disposición no son ideales para sesiones prolongadas de juego clásico, donde el mando GameCube ofrece una experiencia más estable y precisa.
¿Mando de nicho o nueva referencia para los nostálgicos?
El mando GameCube para Switch 2 no pretende sustituir al Pro Controller ni a los Joy-Con 2, sino más bien ocupar un espacio muy concreto: el de la nostalgia elevada a un nuevo nivel. Es el accesorio perfecto para quienes crecieron con la GameCube y desean revivir esas sensaciones con fidelidad pero sin renunciar a las comodidades actuales.
Su exclusividad para juegos de GameCube puede parecer una limitación, pero también garantiza una experiencia perfectamente optimizada para esos títulos. El hecho de que solo funcione en Switch 2 —y no en la Switch original— subraya aún más su papel como accesorio de nicho. No obstante, quienes posean adaptadores USB de la época de la primera Switch podrán seguir usando los mandos originales en la nueva consola, lo cual ofrece una alternativa más asequible pero con menos prestaciones.
Para coleccionistas, entusiastas de Nintendo y amantes de los clásicos, este mando es más que un simple accesorio: es una celebración del pasado que se integra con el presente sin fisuras. Puede que no sea el más versátil, pero sí uno de los más satisfactorios de usar en su categoría.
Conclusión
Nintendo ha demostrado una vez más su maestría para combinar nostalgia y tecnología. El nuevo mando GameCube para Switch 2 no solo respeta el legado del original, sino que lo mejora en todos los sentidos: mejor tacto, conectividad inalámbrica, botones adicionales y carga moderna. Aunque su uso esté limitado a títulos clásicos del catálogo GameCube, su calidad y fidelidad lo convierten en una pieza imprescindible para quienes valoran una experiencia auténtica. Frente a mandos como el Pro Controller o los Joy-Con 2, no compite en versatilidad, pero sí en precisión, ergonomía y estética emocional. No es un mando para todo, pero es el mejor para lo que está diseñado.
