Retroid ha presentado recientemente un nuevo accesorio que promete enriquecer considerablemente la experiencia de juego retro. Se trata de una segunda pantalla que puede acoplarse a algunos de sus dispositivos portátiles más populares, como el Retroid Pocket 5, Pocket Mini y Pocket 4 Pro. Este complemento no solo permite emular de forma más precisa consolas con doble pantalla como la Nintendo DS o la 3DS, sino que también añade una capa de versatilidad nunca antes vista en el ecosistema de Retroid.

La pantalla secundaria es un panel OLED de 5,5 pulgadas, con una bisagra plegable que recuerda a dispositivos como el LG V60 Dual Screen. Aunque todavía no se han revelado detalles sobre el precio o la fecha exacta de lanzamiento, la comunidad de jugadores retro ya ha mostrado un entusiasmo notable. En este artículo, analizamos en profundidad este innovador accesorio, sus capacidades técnicas, su impacto en la experiencia de juego y lo comparamos con soluciones similares ofrecidas por la competencia.

Una apuesta por la emulación auténtica: dos pantallas, un objetivo

Desde que el Retroid Pocket 5 fue lanzado, los aficionados a la emulación han estado buscando maneras de replicar fielmente la experiencia de consolas con pantallas múltiples. El ejemplo más claro es la Nintendo DS, que se lanzó en 2004 con un diseño radical para la época: dos pantallas, una de ellas táctil. La emulación de este tipo de consolas siempre ha sido complicada en dispositivos portátiles, ya que las soluciones eran o bien incómodas o poco funcionales. Con este nuevo accesorio, Retroid se posiciona como una de las pocas marcas que aborda directamente esta necesidad.

El accesorio de pantalla dual permite al usuario mantener una distribución vertical de pantallas que emula de forma precisa el diseño de la DS o 3DS. Técnicamente, esto elimina la necesidad de dividir la pantalla principal para mostrar dos imágenes al mismo tiempo, algo habitual pero poco eficiente en emuladores Android como DraStic o Citra.

Además, gracias al panel OLED, la calidad visual de la segunda pantalla está a la altura de los estándares modernos. Los negros profundos y el excelente contraste del OLED permiten jugar títulos clásicos con una fidelidad que rara vez se ve en consolas de emulación portátiles.

Características técnicas destacadas

Aunque no se ha publicado la hoja técnica completa del accesorio, los detalles preliminares indican una pantalla OLED de 5,5 pulgadas con una resolución presumiblemente similar a la del Retroid Pocket 5: 720p. Esto asegura una densidad de píxeles adecuada para juegos retro sin necesidad de escalado agresivo.

La conexión al dispositivo principal se realiza mediante un puerto USB-C, por el que se transmiten tanto la señal de vídeo como la alimentación eléctrica. Este diseño elimina la necesidad de cables adicionales y permite una integración más limpia.

Además, el accesorio cuenta con un puerto USB-C pasante para que el dispositivo pueda cargarse mientras se utiliza la segunda pantalla, algo crucial dado que la batería se consume más rápidamente al alimentar dos pantallas. Esta solución modular, sin necesidad de firmware personalizado ni root, facilita su uso incluso por parte de usuarios poco experimentados.

Compatibilidad limitada, pero bien pensada

Actualmente, el accesorio es compatible con los siguientes dispositivos de Retroid:

  • Retroid Pocket 5

  • Retroid Pocket Mini

  • Retroid Pocket 4 Pro

Quedan fuera de esta lista dispositivos como el Retroid Pocket Flip 2 o el Pocket Classic, cuya forma y sistema de montaje no son compatibles con la estructura del nuevo complemento.

Este enfoque tiene sentido si consideramos que Retroid ha apostado por un diseño común entre algunos modelos recientes, lo que permite reutilizar elementos como la carcasa o el posicionamiento del USB-C. Al limitar la compatibilidad a modelos específicos, la marca puede optimizar la experiencia de integración sin comprometer la estabilidad.

Cómo se posiciona frente a la competencia

En el mercado de consolas portátiles enfocadas a la emulación, existen varias marcas que compiten directamente con Retroid, entre ellas Anbernic, GPD, AYN o incluso Logitech. Cada una de ellas ha adoptado enfoques distintos frente al problema de la emulación de doble pantalla.

Anbernic

La empresa china Anbernic ha lanzado dispositivos como el RG405M y el RG503, que tienen potencia suficiente para emular juegos de DS, pero no ofrecen una solución de doble pantalla física. En la mayoría de los casos, se recurre a dividir la pantalla o cambiar entre vistas, algo que muchos usuarios consideran poco natural.

GPD Win Mini

GPD ofrece modelos con Windows, como el GPD Win Mini o el GPD Win 4, que tienen la capacidad de ejecutar emuladores de PC completos. Aunque esto permite una emulación técnica más fiel, el formato portátil no favorece la ergonomía con pantallas divididas, y el precio (habitualmente por encima de los 800 €) es prohibitivo para muchos jugadores retro.

AYN Odin 2

La consola AYN Odin 2 es una de las más potentes en la gama Android, pero tampoco tiene una solución de doble pantalla. Si bien su rendimiento permite emular juegos de 3DS con gráficos mejorados, lo hace a través de una pantalla única, lo que obliga a elegir entre mostrar solo una pantalla o reducir el tamaño de ambas.

Logitech G Cloud

El Logitech G Cloud se orienta al juego en la nube y al streaming, aunque también permite emulación Android. Sin embargo, su diseño más grande y menos modular no lo convierte en una alternativa práctica para juegos con interfaz dual como los de Nintendo DS.

Comparativa técnica

DispositivoPantalla secundariaTipo de pantallaCompatible con DS/3DSPrecio aproximadoModular
Retroid Dual Screen Add-onSí (5,5” OLED)OLEDSí, emulación directaPor confirmar
Anbernic RG405MNoIPSParcial160-180 €No
GPD Win MiniNoIPS/1080pSí (emuladores PC)+800 €No
AYN Odin 2NoIPSSí (emuladores Android)300-400 €No
Logitech G CloudNoIPSParcial (con apps)350 €No

¿Es esta la dirección que debería seguir el sector?

Lo interesante de esta apuesta de Retroid es que no han lanzado un nuevo dispositivo para resolver el problema, sino que han creado un accesorio que extiende las capacidades de los ya existentes. Esto permite a los usuarios que ya poseen un Retroid Pocket 5, por ejemplo, obtener una funcionalidad completamente nueva sin necesidad de volver a gastar otros 200 o 300 euros.

Este enfoque modular también tiene implicaciones positivas para la sostenibilidad. Al evitar la obsolescencia planificada y alargar la vida útil del hardware, se reduce el impacto ambiental y se refuerza la confianza del consumidor. Además, al tratarse de un accesorio que puede retirarse o añadirse según el tipo de juego, se mantiene la portabilidad sin necesidad de cargar con un diseño permanentemente grande.

Reflexiones finales

La incorporación de una segunda pantalla a través de un accesorio desmontable es una idea tan simple como eficaz. No sólo responde a una necesidad real —emular de forma cómoda y precisa consolas de doble pantalla—, sino que lo hace sin alterar el ecosistema ya establecido por Retroid.

Quedan incógnitas por resolver, como el precio final del producto o su disponibilidad global, pero lo cierto es que la propuesta es lo suficientemente sólida como para captar la atención tanto de los entusiastas de la emulación como de usuarios casuales.

Retroid ha logrado encontrar una solución práctica, accesible y técnicamente coherente para una de las limitaciones más notables de la emulación portátil. En un mercado cada vez más saturado de lanzamientos, apostar por la modularidad y la compatibilidad es una estrategia inteligente.

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