La Game BUB es una consola portátil de código abierto que ofrece compatibilidad total con juegos de Game Boy, Game Boy Color y Game Boy Advance. Creada por Eli Lipsitz, esta máquina no se limita a la emulación por software: utiliza una FPGA (Field Programmable Gate Array) para reproducir el hardware original de Nintendo con una fidelidad impresionante. Se trata de una propuesta enfocada en los entusiastas del hardware retro que buscan precisión, baja latencia y una sensación auténtica, más allá de los clásicos emuladores. Actualmente en campaña de financiación en Crowd Supply, la Game BUB no solo permite jugar títulos clásicos con cartuchos originales, sino que está diseñada para ser modificada y mejorada por la comunidad gracias a su enfoque open-source. Fabricada con una carcasa impresa en 3D, botones de alta calidad y una pantalla IPS de 2,6 pulgadas, este dispositivo está pensado para quienes quieren revivir el legado portátil de Nintendo sin concesiones técnicas. Además, su firmware, basado en el proyecto open-source GBAHD, puede ser reprogramado, permitiendo una personalización profunda. En este artículo exploraremos en detalle su diseño, sus capacidades técnicas y cómo se sitúa frente a otras soluciones del mercado actual de consolas portátiles retro basadas en FPGA o emulación.

Un vistazo detallado a la Game BUB

La Game BUB nace con un objetivo muy claro: ofrecer una reproducción precisa de los juegos clásicos de Game Boy, Game Boy Color y Game Boy Advance. Para conseguirlo, no recurre a emulación software, como hacen la mayoría de consolas retro portátiles del mercado, sino que opta por una arquitectura basada en FPGA. Esta elección permite replicar el funcionamiento del hardware original a nivel de circuito, lo que elimina los errores de sincronización y la latencia típica de los emuladores tradicionales.

El núcleo de esta consola es un FPGA Lattice iCE40UP5K, uno de los modelos más utilizados en desarrollos open-source por su bajo consumo y versatilidad. En términos técnicos, este FPGA ofrece hasta 5280 LUTs (Look-Up Tables), 120 Kb de RAM distribuida y soporte para interfaces SPI, I2C y PWM. Esta capacidad es suficiente para implementar de forma precisa los chips gráficos y de sonido de las consolas originales de Nintendo. Según su creador, el firmware actual implementa núcleos HDL derivados del proyecto GBAHD (https://github.com/agg23/gbahd), permitiendo jugar directamente desde los cartuchos originales gracias a una ranura física compatible.

La Game BUB emplea una pantalla IPS de 2,6 pulgadas con resolución 320×240 píxeles, ofreciendo ángulos de visión amplios y buena reproducción del color. A esto se suma una batería recargable de 2000 mAh que proporciona hasta 6 horas de autonomía en condiciones normales de uso. La carcasa, aunque impresa en 3D, está diseñada con tolerancias precisas para garantizar robustez y buen tacto. Los botones, de tipo membrana clásica, se han calibrado para ofrecer una respuesta similar a las consolas originales.

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Enfoque open-source y potencial de modificación

Uno de los aspectos más destacados de la Game BUB es su filosofía de diseño abierto. Todos los archivos CAD de la carcasa, esquemas eléctricos, firmware y documentación están disponibles públicamente, lo que la convierte en una plataforma ideal tanto para desarrolladores como para aficionados al hardware DIY. Esto significa que, más allá de su funcionalidad de fábrica, la consola puede ser ampliada, modificada o adaptada a otros proyectos retro.

Por ejemplo, los usuarios avanzados pueden modificar el firmware HDL para incluir soporte a nuevas funciones, como salida de vídeo externa, mapeo de botones reconfigurable o mejoras de rendimiento gráfico. También es posible reemplazar la pantalla por otro modelo si se desea una resolución distinta, siempre que se respeten las especificaciones de sincronización con el FPGA. Incluso existe la posibilidad de rediseñar la carcasa, algo que ya está ocurriendo en comunidades como Hackaday y Reddit.

Cabe mencionar que la comunidad de usuarios y desarrolladores de consolas FPGA ha ido creciendo en los últimos años, impulsada por proyectos como MiSTer o Analogue Pocket. La Game BUB se inserta en esta tendencia, aunque con un precio y filosofía más accesibles. Mientras que dispositivos como el Analogue Pocket se orientan a un público más premium y cerrado, la Game BUB apuesta por la apertura total y la colaboración comunitaria.

Comparativa con otras consolas portátiles retro

Cuando se compara la Game BUB con otras consolas similares, resulta evidente que su mayor fortaleza es la fidelidad de reproducción. A diferencia de dispositivos como la Anbernic RG35XX o la Miyoo Mini, que se basan en Linux y emuladores como RetroArch, la Game BUB ejecuta los juegos a nivel de hardware gracias a su FPGA. Esto se traduce en menor input lag, reproducción de sonido más precisa y un comportamiento general idéntico al de las consolas originales.

En términos de precio, aunque aún no hay cifra oficial final (la campaña de financiación sigue en curso), se espera que el coste ronde los 100-120 dólares. Esto la sitúa en un segmento intermedio, más caro que una consola puramente emuladora pero muy por debajo de soluciones como la Analogue Pocket, que puede alcanzar los 220 dólares sin contar accesorios.

A nivel de compatibilidad, también destaca por admitir cartuchos originales. En contraposición, la mayoría de consolas retro portátiles se basan en ROMs digitales. El hecho de contar con una ranura física compatible es un valor añadido para coleccionistas y puristas. Por último, la autonomía de 6 horas es adecuada, aunque inferior a la de algunas consolas con pantallas más pequeñas o baterías de mayor capacidad.

CaracterísticaGame BUBAnalogue PocketAnbernic RG35XXMiyoo Mini Plus+
Tipo de ejecuciónFPGA (reimplementación hardware)FPGA propietarioEmulación por softwareEmulación por software
Compatibilidad físicaCartuchos GB / GBC / GBACartuchos GB / GBC / GBA / otrosROMs digitalesROMs digitales
PantallaIPS 2,6″ 320×240LCD 3,5″ 1600×1440IPS 3,5″ 640×480IPS 3,5″ 640×480
Sistema operativoSin SO (firmware HDL)Sistema propietarioLinux (RetroArch)Linux (OnionOS / MiniUI)
Código fuenteCompletamente open-sourceCerradoParcialmente abiertoParcialmente abierto
Batería2000 mAh (hasta 6 h)4300 mAh (6–10 h)2600 mAh (5–7 h)3000 mAh (6–8 h)
Precio estimado100–120 USD219,99 USD45–60 USD60–70 USD
Capacidad de modificaciónAlta (hardware y firmware)BajaModerada (software)Alta (comunidad activa)
Tamaño/aparienciaCompacta, carcasa impresa en 3DAlta calidad, diseño premiumCompacta, diseño sólidoMuy compacta, retro
Experiencia de juegoMuy precisa, latencia mínimaExcelente fidelidadBuena con limitacionesBuena con personalización

Limitaciones y retos del proyecto

A pesar de sus muchas virtudes, la Game BUB no está exenta de limitaciones. La primera es que, al tratarse de un producto en campaña de financiación y no una unidad de producción masiva, la disponibilidad inicial será limitada. Además, al estar basada en un FPGA relativamente modesto, su capacidad de expansión a otras plataformas retro (como NES o SNES) es limitada, al menos sin rediseñar el hardware.

También es importante tener en cuenta que, aunque el diseño open-source favorece la personalización, requiere un cierto nivel de conocimiento técnico para aprovecharlo al máximo. El usuario medio puede utilizar la consola sin problemas para juegos de Game Boy, pero quienes deseen profundizar en sus posibilidades necesitarán nociones básicas de HDL (Hardware Description Language) y manejo de herramientas como Yosys o NextPNR.

Otra posible debilidad es la estética. Aunque funcional, la carcasa impresa en 3D no ofrece la misma calidad que la de dispositivos comerciales moldeados por inyección. Esto puede mejorar en futuras iteraciones, si el proyecto alcanza suficiente financiación y se justifica una producción a mayor escala.

Una apuesta por la autenticidad técnica

La Game BUB no busca competir con consolas que ofrecen miles de juegos precargados ni con dispositivos multimedia. Su objetivo es mucho más concreto: ofrecer una experiencia auténtica, fiel al hardware original, y hacerlo de forma accesible y colaborativa. Para quienes crecieron con una Game Boy en las manos y conservan sus cartuchos, esta consola representa una forma de volver a disfrutar de esos juegos tal y como fueron concebidos.

Desde el punto de vista técnico, destaca por su implementación precisa de las arquitecturas de Nintendo y su enfoque en la baja latencia, algo que los jugadores más exigentes sabrán valorar. Además, su naturaleza open-source abre la puerta a una comunidad activa que ya empieza a crear variantes, mods y forks del proyecto original. En este sentido, más que un producto cerrado, la Game BUB es una plataforma en evolución.

Reflexiones finales

En una época en la que la nostalgia se ha convertido en un motor comercial, proyectos como la Game BUB ofrecen una alternativa seria y técnicamente cuidada. No se trata de emular la experiencia retro, sino de replicarla con precisión. La decisión de emplear un FPGA en lugar de software convencional es clave para lograr esa fidelidad, y el compromiso con el código abierto aporta un valor añadido importante.

Si el proyecto tiene éxito en su campaña de financiación, podría marcar el inicio de una nueva generación de dispositivos retro desarrollados desde la comunidad, con estándares más elevados de precisión técnica. La Game BUB demuestra que aún es posible crear hardware especializado, sin renunciar a la apertura, la documentación ni la colaboración.

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