Investigadores singapurenses han creado un innovador parche sensor llamado PETAL con el objetivo de facilitar el monitoreo de la recuperación de heridas de una manera simple y efectiva.

Actualmente, la evaluación de la curación de heridas se realiza visualmente por parte de los médicos, lo que puede presentar desafíos para predecir de manera precisa la curación en entornos clínicos. Además, la evaluación de heridas requiere la remoción frecuente de vendajes, lo cual puede aumentar el riesgo de infecciones y causar molestias adicionales a los pacientes.

El parche PETAL consta de cinco sensores colorimétricos que pueden determinar el estado de curación de una herida en tan solo 15 minutos. Estos sensores miden una combinación de biomarcadores, como temperatura, pH, trimetilamina, ácido úrico y humedad de la herida. El parche se integra fácilmente y de forma segura con los vendajes, lo que permite su uso en hospitales o incluso en entornos de atención médica no especializados, como los hogares.

Una de las ventajas del parche PETAL es que no requiere una fuente de energía propia, ya que las imágenes capturadas por un teléfono móvil son analizadas por algoritmos de inteligencia artificial para determinar el estado de curación del paciente. Esto permite a médicos y pacientes monitorear las heridas de forma regular sin interrumpir el proceso de curación. De esta manera, se puede administrar una intervención médica oportuna para prevenir complicaciones adversas y cicatrices.

Los investigadores han demostrado que el parche PETAL tiene una alta precisión del 97% en la diferenciación de heridas crónicas y quemaduras en proceso de curación y heridas que no se están curando. Han presentado una patente internacional para esta invención y planean avanzar a ensayos clínicos con humanos.

Este innovador parche sensor representa un avance significativo en el monitoreo de la recuperación de heridas y promete brindar una forma más precisa y conveniente de cuidar las heridas de los pacientes.