Dependemos del GPS más de lo que creemos. Desde el funcionamiento de cajeros automáticos hasta las redes eléctricas o las entregas de paquetería, todo está sincronizado y geolocalizado mediante esta infraestructura de satélites estadounidense que, aunque robusta, no es infalible. Las interferencias, ciberataques o fallos solares extremos podrían comprometer su funcionamiento. Ante esta vulnerabilidad, se están desarrollando nuevas tecnologías que buscan asegurar la continuidad de los servicios de posicionamiento, navegación y sincronización (PNT por sus siglas en inglés). Este artículo explora estas alternativas: desde sistemas basados en constelaciones de satélites como Galileo o BeiDou hasta soluciones terrestres y propuestas disruptivas como la navegación cuántica o el uso de mapas de señales WiFi y 5G.
El riesgo real de un fallo en el GPS
Aunque la red GPS de Estados Unidos cuenta con más de 30 satélites en órbita media (MEO), es vulnerable a interferencias deliberadas (jamming) o suplantación de señal (spoofing). De hecho, se han documentado casos en los que barcos en el Mar Negro aparecían «navegando» en aeropuertos a cientos de kilómetros, debido a ataques de spoofing.
El GPS no solo sirve para saber dónde estamos. Se usa para sincronizar redes eléctricas, estaciones base de móviles, bolsas de valores y sistemas logísticos. Un fallo simultáneo podría colapsar servicios básicos. En un estudio de 2021 del U.S. National Institute of Standards and Technology (NIST), se estimó que una interrupción de 24 horas podría tener un coste económico de hasta 1.000 millones de dólares al día solo en EE. UU.
Alternativas emergentes al GPS
Ante estos riesgos, gobiernos y empresas están desarrollando soluciones complementarias o sustitutivas. Estas pueden clasificarse en tres grandes categorías: satelitales, terrestres y cuánticas.
1. Satélites en órbita baja (LEO)
Empresas como Xona Space Systems están lanzando pequeños satélites a órbita baja (menos de 2.000 km) para ofrecer servicios PNT con mayor precisión que el GPS tradicional. Al estar más cerca de la Tierra, la señal es más fuerte y menos vulnerable a interferencias. Se espera que sus sistemas puedan alcanzar precisiones por debajo de los 10 cm en condiciones ideales.
Starlink, de SpaceX, también ha sido explorada como infraestructura para posicionamiento, aunque no es su objetivo principal. La idea es aprovechar la señal de sincronización de los satélites para estimar la posición del receptor, como ya han demostrado algunos investigadores.
2. Infraestructura terrestre (eLoran y GPSMirror)
El sistema eLoran es una modernización de la radio-navegación terrestre Loran-C, que utiliza torres emisoras para cubrir grandes áreas. Tiene un alcance de hasta 1.000 km por torre y es altamente resistente al jamming. Corea del Sur ya lo está implementando como respaldo tras varios incidentes de interferencia en sus aguas.
Por otro lado, startups como NextNav trabajan en sistemas como «GPSMirror«, que emulan la señal GPS desde estaciones base terrestres en ciudades. Esto permite cobertura en interiores y zonas densamente urbanizadas, donde la señal satelital se degrada. NextNav ya ha desplegado su sistema en varias ciudades de EE. UU.
3. Navegación cuántica y sensores inerciales
La navegación inercial se basa en medir aceleraciones y giros para estimar desplazamientos sin necesidad de señal externa. Aunque lleva décadas en uso militar, su precisión a largo plazo es limitada por la acumulación de errores. Los sensores cuánticos prometen mejorar esto usando interferometría atómica para medir con precisión absoluta.
El Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido ya ha probado un sistema cuántico de navegación capaz de operar sin GPS durante horas con desviaciones inferiores a 1 metro. Sin embargo, su miniaturización a escala comercial aún está en desarrollo.
Multiplicidad GNSS: Galileo, BeiDou, GLONASS y más allá
Aunque el sistema GPS de Estados Unidos es el más conocido, existen al menos tres grandes sistemas GNSS plenamente operativos que pueden actuar tanto como respaldo como complemento:
- Galileo (Unión Europea)
- BeiDou (China)
- GLONASS (Rusia)
- Y sistemas regionales como QZSS (Japón) o NavIC (India)
¿Cómo influye esta diversidad?
1. Redundancia técnica: Muchos receptores modernos ya son multiconstelación, lo que significa que pueden combinar señales GPS, Galileo, BeiDou y GLONASS para mejorar la precisión y la confiabilidad. Por ejemplo, en zonas urbanas densas o cañones montañosos, usar 60 satélites en vez de sólo los 31 del GPS mejora la cobertura angular y reduce el error de posicionamiento.
2. Mitigación del riesgo de dependencia: Diversificar los sistemas usados reduce la posibilidad de fallo catastrófico. Si un satélite GPS es interferido o se cae el sistema entero por una tormenta solar, los receptores que también usan Galileo o BeiDou pueden seguir funcionando.
3. Autenticación y nuevas funciones: Galileo ya ofrece servicios de autenticación de señal (OS-NMA), lo que permite proteger contra ataques de spoofing sin depender de señales militares. BeiDou, por su parte, proporciona mensajería bidireccional y servicios PNT en zonas donde otros sistemas no llegan, como el Pacífico Sur.
4. Soberanía y geopolítica: Para la UE, Galileo representa independencia estratégica respecto al GPS estadounidense. De hecho, sus usos críticos en aviación, defensa y telecomunicaciones están diseñados para no depender exclusivamente de un sistema extranjero. Lo mismo aplica a China con BeiDou, que incluso ha sido impuesto como obligatorio en vehículos de transporte y smartphones dentro del país.
Beneficio técnico | Detalle |
---|---|
Más satélites visibles | Mejor cobertura en entornos urbanos o de difícil acceso |
Mejor precisión | Combinación de múltiples señales reduce errores por multitrayecto |
Mayor resiliencia | Caída de una constelación no implica pérdida total del servicio |
Autenticación integrada | Galileo y BeiDou ofrecen verificación contra señales falsificadas |
Opciones de política pública | Diversos países evitan depender de la infraestructura de EE. UU. |
Un sistema híbrido, con respaldo global
La coexistencia de múltiples constelaciones GNSS, combinada con soluciones terrestres (como eLoran), constelaciones LEO y navegación cuántica, apunta a una arquitectura multinivel y distribuida para garantizar continuidad de servicios críticos.
El futuro de la navegación no está en sustituir el GPS, sino en complementarlo inteligentemente. Dispositivos del futuro probablemente combinarán sensores inerciales, mapas de señales WiFi, GNSS multiconstelación, referencias visuales y redes 5G para ofrecer ubicación continua, incluso bajo tierra o en interiores.
Reflexiones finales
La dependencia absoluta del GPS ya no es viable. La estrategia pasa por construir un ecosistema resiliente, distribuido y con tecnologías complementarias. La transición será paulatina, pero necesaria. Gobiernos y empresas que apuesten por esta diversidad PNT estarán mejor preparados ante un futuro incierto, donde los satélites pueden fallar pero la necesidad de ubicación precisa no desaparecerá.
