WHOOP, conocida por sus dispositivos de monitorización de salud y rendimiento, ha introducido una nueva funcionalidad centrada en la estimación del VO2 Max. Este método pretende mejorar la precisión de los cálculos de consumo máximo de oxígeno sin necesidad de realizar pruebas de esfuerzo en laboratorio. La clave de esta actualización radica en la combinación de datos de frecuencia cardíaca, variabilidad del ritmo cardiaco (HRV) y datos de movimiento, que se procesan a través de modelos de inteligencia artificial.

El VO2 Max es un indicador fundamental del rendimiento cardiorrespiratorio, ampliamente utilizado por atletas y entrenadores para medir la eficiencia del consumo de oxígeno durante el ejercicio. Hasta ahora, métodos como la prueba en cinta rodante con espirómetro eran el estándar de oro para su medición, pero la solución de WHOOP promete una alternativa menos invasiva y accesible para el usuario medio.

Cómo funciona la nueva estimación de WHOOP

La tecnología de WHOOP combina el monitoreo continuo de la frecuencia cardíaca con algoritmos avanzados para estimar el VO2 Max de los usuarios. Para ello, emplea un modelo de aprendizaje automático entrenado con datos provenientes de pruebas controladas, buscando reducir los errores comunes en la medición sin equipamiento de laboratorio.

Uno de los puntos clave de este sistema es que utiliza la variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV) y el consumo calórico como parte de su modelo predictivo. Esto lo diferencia de otras soluciones que dependen exclusivamente del ritmo cardiaco y la velocidad de carrera. Estudios recientes sugieren que la HRV es un indicador fiable del estado de forma cardiovascular, lo que podría mejorar la precisión del VO2 Max estimado.

Comparación con otros dispositivos

El mercado de los dispositivos wearables ya cuenta con otras soluciones para estimar el VO2 Max, como el Apple Watch y los relojes de Garmin. Sin embargo, estas marcas tienden a basar sus estimaciones en modelos derivados del ritmo de carrera y la frecuencia cardíaca. WHOOP, en cambio, enfatiza un enfoque más integral, aprovechando la información de periodos de recuperación y esfuerzos no necesariamente vinculados a la carrera o el ciclismo.

Según datos preliminares compartidos por WHOOP, su modelo tiene una desviación menor a 2 ml/kg/min en comparación con pruebas de laboratorio, lo que lo acerca bastante a la precisión médica. Esto podría convertirlo en una opción interesante para quienes buscan un análisis fiable sin someterse a pruebas especializadas.

Reflexiones finales

Si bien la estimación del VO2 Max con wearables no reemplazará las pruebas de laboratorio, WHOOP está apostando por un sistema más accesible y potencialmente más preciso que el de sus competidores. La incorporación de variables como la HRV y el análisis del esfuerzo podría proporcionar una imagen más completa del estado cardiorrespiratorio del usuario. En cualquier caso, los datos deben interpretarse dentro del contexto de cada persona, y no como un sustituto de pruebas médicas especializadas.

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