El sueño es una fase esencial en nuestras vidas, durante la cual el cerebro lleva a cabo funciones vitales para la salud física y mental. Tradicionalmente, se ha estudiado el sueño en condiciones de oscuridad y con los ojos cerrados, pero recientes investigaciones han explorado qué ocurre cuando las personas duermen con los ojos abiertos. Estos estudios han revelado datos fascinantes sobre la actividad cerebral y sugiere que el cerebro puede procesar información visual incluso en estados de sueño profundo.
El sueño y la actividad cerebral
Durante el sueño, el cerebro atraviesa diferentes etapas, desde el sueño ligero hasta el sueño profundo y la fase de movimientos oculares rápidos (REM, por sus siglas en inglés), asociada con los sueños más vívidos. Cada una de estas fases se caracteriza por patrones específicos de actividad eléctrica, que pueden medirse mediante electroencefalogramas (EEG).
Las ondas alfa, por ejemplo, son oscilaciones electromagnéticas en el rango de frecuencias de 8-14 Hz que surgen de la actividad eléctrica sincrónica y coherente. Estas ondas se detectan comúnmente en el lóbulo occipital durante períodos de relajación con los ojos cerrados, pero aún despierto. Se piensa que representan la actividad de la corteza visual en un estado de reposo.
Por otro lado, el ritmo mu, también llamado alfa precentral o alfa rolándico, es la expresión de la actividad eléctrica oscilante que se registra en las zonas motoras centrales del cerebro. Este ritmo oscila entre los 8 y 13 Hz y se atenúa con la realización y observación de movimientos, pero no se suprime al abrir los ojos.
Investigaciones recientes: Dormir con los ojos abiertos
Un estudio publicado en la revista Nature Communications ha explorado la actividad cerebral de personas que duermen con los ojos abiertos. Los investigadores utilizaron técnicas avanzadas de neuroimagen para monitorizar la actividad cerebral de los participantes mientras dormían en esta condición inusual.
Los resultados mostraron que, aunque los participantes estaban en fases de sueño profundo, sus cerebros seguían respondiendo a estímulos visuales. Se observaron patrones de activación en áreas cerebrales asociadas con el procesamiento visual, lo que sugiere que el cerebro puede seguir registrando información del entorno incluso durante el sueño.
Este hallazgo desafía la creencia tradicional de que el cerebro se desconecta completamente del entorno durante el sueño y abre nuevas vías para comprender cómo procesamos la información mientras dormimos.
Implicaciones de los hallazgos
Estos descubrimientos tienen varias implicaciones interesantes:
Procesamiento de Información: El cerebro podría estar procesando información del entorno incluso durante el sueño, lo que podría influir en la consolidación de la memoria y en cómo respondemos a estímulos externos al despertar.
Trastornos del sueño: Comprender cómo el cerebro responde a estímulos visuales durante el sueño podría ayudar a desarrollar nuevas terapias para trastornos del sueño, como el insomnio o las parasomnias.
Neurociencia cognitiva: Estos hallazgos aportan información valiosa sobre la flexibilidad y adaptabilidad del cerebro, mostrando que su capacidad para procesar información no se detiene durante el sueño.
Reflexiones adicionales
La investigación sobre el sueño continúa revelando aspectos sorprendentes de la actividad cerebral. Por ejemplo, se ha descubierto que durante el sueño, el cerebro activa un proceso de autolimpieza crucial para eliminar residuos y toxinas que podrían contribuir a enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. Este proceso se lleva a cabo a través del sistema glinfático, que elimina desechos del cerebro cada 50 segundos mediante la acción de la noradrenalina.
Además, investigadores de la startup californiana REMspace han demostrado que es posible la comunicación entre dos personas en estado de «sueño lúcido». En un estudio realizado el 24 de septiembre, utilizaron equipos especializados, incluidos sensores y auriculares, y lograron que un participante en sueño lúcido recibiera un mensaje almacenado y, al despertarse, lo confirmara correctamente. Estos resultados abren nuevas perspectivas sobre la comunicación en sueños y pueden marcar un antes y un después en la forma de interactuar.
Estos avances subrayan la importancia de seguir investigando el sueño y la actividad cerebral asociada para comprender mejor su papel en nuestra salud y bienestar.
