¿Alguna vez te has preguntado qué dice de ti la cantidad de correos electrónicos no leídos en tu bandeja de entrada? Según los psicólogos, la manera en que gestionamos nuestros correos puede revelar aspectos profundos de nuestra personalidad y estado mental. Mientras algunos se sienten abrumados por una bandeja de entrada desbordante, otros pueden simplemente no darle importancia. Pero, ¿qué significa realmente tener miles de correos sin leer?
El estrés de una bandeja de entrada llena
Impacto Psicológico del Correo Electrónico
El psicólogo Larry Rosen, PhD, sugiere que mantenerse al día con los correos electrónicos puede ser un indicador de ansiedad. Según Rosen, una bandeja de entrada llena puede liberar neurotransmisores basados en el estrés, como el cortisol, aumentando la ansiedad. Las personas que se sienten obligadas a revisar cada correo pueden estar luchando con una necesidad de control o con un miedo a perderse algo importante.
Por otro lado, aquellos que ignoran sus correos electrónicos, como la autora de este artículo que confiesa tener 20.000 correos no leídos, pueden estar evitando el estrés asociado con intentar organizar esa cantidad abrumadora de mensajes. Ignorar los correos puede ser una estrategia de evitación, una manera de lidiar con la ansiedad sin enfrentarse directamente a ella.
Signos de Inteligencia y Reconocimiento
El psicólogo social Ron Friedman añade que ignorar los correos electrónicos puede ser una señal de inteligencia. Según Friedman, reconocer que gestionar continuamente los correos no contribuye al progreso personal es una muestra de inteligencia práctica. Este enfoque sugiere que estas personas están priorizando tareas que consideran más importantes o productivas, en lugar de gastar tiempo en correos que no les aportan valor.
Impacto ambiental de los correos electrónicos no leídos
Huella de Carbono Digital
Además del impacto psicológico, hay un impacto ambiental asociado con el correo electrónico. Cada actividad en línea, incluido el envío y almacenamiento de correos electrónicos, contribuye a la emisión de dióxido de carbono (CO2). Según Thales, el almacenamiento de un correo electrónico durante un año emite aproximadamente 10 gramos de CO2. Puede parecer poco, pero al multiplicarlo por miles o millones de correos electrónicos, la cifra se vuelve significativa.
Mike Berners-Lee, un experto en huellas de carbono, explica que aunque la huella de carbono de un correo electrónico individual no es enorme, es un buen ejemplo del principio más amplio de que eliminar el desperdicio en nuestras vidas es beneficioso tanto para nuestro bienestar como para el medio ambiente. De hecho, se estima que el usuario promedio recibe 2,850 correos electrónicos no deseados al año, lo que equivale a 28.5 kg de CO2 emitidos.
Consejos para reducir el impacto ambiental
Reducir el número de correos electrónicos no leídos no solo puede ayudar a disminuir el estrés, sino que también puede tener un impacto positivo en el medio ambiente. Por ejemplo, si cada adulto en el Reino Unido enviara un correo electrónico de agradecimiento menos al día, se podrían ahorrar 16.433 toneladas de carbono al año, lo que equivale a retirar 3.334 coches diésel de la carretera.
Reflexiones adicionales
La importancia de la gestión del Correo Electrónico
Aunque gestionar una bandeja de entrada llena puede ser una tarea tediosa, es importante considerar tanto los beneficios psicológicos como los ambientales. Mantener un equilibrio saludable en la gestión de los correos electrónicos puede reducir el estrés y contribuir a un entorno más limpio. Aquí hay algunos consejos prácticos:
- Desuscribirse de correos no deseados: Esto reduce el número de correos que necesitas gestionar y disminuye tu huella de carbono.
- Establecer filtros y carpetas: Ayuda a organizar los correos importantes y a reducir la sobrecarga visual de una bandeja de entrada llena.
- Revisar correos en momentos específicos del día: En lugar de estar constantemente pendiente de la bandeja de entrada, establece horarios para revisar y responder correos.
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Al hilo del «problema» del exceso de email se me ocurren un par de cosas que me sucedieron cuando trabajé en la Petrolera.
Aunque debo reconocer que siempre he pensado que el email es beneficioso para trabajar en una gran empresa no todos opinaban lo mismo. Recuerdo las reuniones que tuvimos para intentar reducir el número de correos intercambiados. Incluso se creó un Comité para intentar «resolver este problema» que ya se veía venir hace un par de décadas. Afortunadamente y como era de esperar no se llegaron a aplicar las medidas propuestas como «penalizar» el número de correos lanzados (o recirculados) por una persona diariamente.
Tampoco puedo olvidar al Coordinador entre Ingeniería y Sistemas (IT) que tenía muy clara la gestión de su Buzón de Correos que tan solo leía durante una hora todos los miércoles … siempre que no fuese festivo, claro