Poco antes salir de la petrolera tuve la suerte de participar en un proyecto exploratorio sobre digitalización y una de las ideas “locas” que tuvimos fue la de proponer la creación de carreteras eléctricas para que los coches se fueran cargando mientras se movían. Incluso pensamos en proponer una carretera/ calle como la M-30 madrileña para la prueba. Finalmente pensando en el cuidado que habría que tener para desplegar las “bobinas” bajo el asfalto y su mantenimiento posterior desechamos el proyecto,

Sin embargo, casi diez años después, por ejemplo ya se está desplegando la primera carretera eléctrica sin cables de Estados Unidos en Detroit, donde los vehículos eléctricos se cargan mientras conducen. Pero, ¿a casi $3 millones de EUR / km, es realmente el futuro del transporte? Este artículo analiza la tecnología, sus costos y su viabilidad como solución para la ansiedad por la autonomía de los vehículos eléctricos.

La magia de Detroit: Cargar mientras conduces

Imagina conducir y que tu vehículo no solo no pierda carga, ¡sino que la gane! En Detroit se ha instalado la primera carretera pública de Estados Unidos que carga vehículos eléctricos de manera inalámbrica. Esta tecnología utiliza bobinas electromagnéticas bajo la superficie de la carretera conectadas a la red eléctrica de la ciudad. Cuando los vehículos con receptores adecuados pasan, se carga la batería a través de la carga inductiva, similar a la tecnología de carga inalámbrica de teléfonos móviles.

Europa va por delante

La empresa Electreon es una de las pioneras en este campo, y afirma que puede lograr una carga dinámica de hasta 100kW por vehículo, lo que aumenta su autonomía y eficiencia. Además, ofrece un modelo de suscripción mensual para la operación continua de vehículos públicos, comerciales y autónomos.

Por otro lado, según un análisis del gobierno sueco, una carretera eléctrica de 250-300 km de longitud en rutas concurridas podría reducir las emisiones de dióxido de carbono de los camiones en más de 200.000 toneladas.

Además de Suecia, otros países europeos también están explorando la posibilidad de implementar carreteras eléctricas para recargar camiones con catenarias, un sistema que utiliza cables aéreos para suministrar la electricidad. Reino Unido y Continental se han unido a Alemania en este proyecto, que busca reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.

¿El fin de la ansiedad por la autonomía?

Esta innovación busca abordar la ansiedad por la autonomía, uno de los principales obstáculos para la adopción masiva de vehículos eléctricos. Con la infraestructura de carga actual insuficiente y los tiempos de carga prolongados en viajes largos, muchos conductores dudan en cambiar sus automóviles de combustible fósil. La carretera inteligente ofrece la posibilidad de extender la autonomía de los vehículos eléctricos o incluso eliminar la necesidad de cargar mediante enchufes.

Desafíos y reflexiones futuras

A pesar de su potencial revolucionario, el altísimo costo plantea interrogantes sobre la escalabilidad de esta tecnología. Los expertos cuestionan su viabilidad a gran escala, pero los defensores, como Electreon, la empresa detrás del proyecto, creen que los costos bajarán con la madurez de la tecnología. La estrategia inicial se centra en corredores de tránsito con horarios predecibles, como autobuses y camiones, destacando la importancia de modelos de negocio sólidos… o como la M-30 madrileña en la que en todo momento está asegurada la ocupación del carril eléctrico 😉

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