Si algunos (¿verdad Òscar?) todavía no han acabado de entender las maravillas del grafeno el tema de baterías cuánticas es mucho más complicado. Las baterías cuánticas, y este tipo de sistemas de almacenamiento energético prometen superar por mucho las capacidades que pueden alcanzar incluso en sus máximos teóricos las pilas convencionales con químicas ya conocidas y aún en investigación. El último avance en esta prometedora tecnología, aseguran, rompe con el principio de causa y efecto y multiplica su potencial.

Según demuestran los investigadores, es una tecnología mucho más potente, que además logra una vida útil mucho más extensa en el tiempo, y que promete un nivel de sostenibilidad notablemente superior. En el mundo de la energía, las baterías cuánticas están emergiendo como un fenómeno revolucionario. Estas baterías, aprovechando principios cuánticos poco intuitivos, ofrecen la posibilidad de superar las limitaciones de las baterías químicas convencionales, especialmente en aplicaciones de baja potencia. Investigadores de la Universidad de Tokio han logrado un avance notable al utilizar un proceso cuántico innovador que desafía la causalidad tradicional, acercando así la realidad de las baterías cuánticas.

Cargando el futuro: Detalles técnicos cruciales

El equipo de investigación nipón está centrado en mejorar el rendimiento de las baterías cuánticas al abordar un aspecto crucial: la carga. A diferencia de las baterías convencionales que utilizan sustancias químicas para almacenar carga, las baterías cuánticas emplean partículas microscópicas. Los investigadores explican que estas partículas cuánticas desafían nuestras nociones intuitivas, y su interés radica en explorar cómo pueden desafiar incluso nuestra experiencia más fundamental, la del tiempo.

El equipo, en colaboración con investigadores del Centro de Investigación de Ciencias Computacionales de Pekín, experimentó con métodos de carga utilizando aparatos ópticos como láseres, lentes y espejos. Lo más sorprendente fue el uso de un efecto cuántico denominado orden causal indefinido (ICO). A diferencia de los métodos anteriores, que requerían etapas de carga sucesivas, el ICO permitió direcciones de causalidad múltiples simultáneas, lo que resultó en mejoras significativas en la energía almacenada y la eficiencia térmica de las baterías cuánticas.

Más allá de las baterías: Potencial aplicación del ICO

El fenómeno del ICO no solo podría revolucionar la carga de baterías cuánticas, sino que también podría tener aplicaciones más amplias en otros campos relacionados con la termodinámica y la transferencia de calor. Por ejemplo, los principios subyacentes, incluido el efecto de interacción inversa descubierto, podrían mejorar el rendimiento de dispositivos como los paneles solares. En lugar de comprometer la eficiencia debido al calor, el ICO podría utilizarse para mitigar estos efectos y, en última instancia, aumentar la eficiencia.

 

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