Active Cockpit es un concepto de seguridad contra choques en el que, en caso de colisión, el interior del vehículo gira para convertir la energía potencial en cinética. Desgraciadamente aunque se inventó hace varios años todavía no se utiliza ¿por qué?.

Es bien conocido que en los automóviles modernos, tres cosas juegan un papel en la protección del conductor en caso de colisión, todas ellas mecánicas: Zona de deformación, cinturón de seguridad y airbag.

Una colisión promedio podría durar entre 0,05 y 0,1 segundos, durante los cuales el cuerpo humano tiene que desacelerar (acelerar en la dirección opuesta) de 65 a 95 km/h a 0 en una distancia muy corta…. o sea una aceleración de 20-30Gs, o más (200-300m/s²).

Si el conductor y los pasajeros tuvieran más tiempo para reducir la velocidad, el impacto de esas fuerzas disminuiría. Para eso, necesitan más distancia.

Por ejemplo, si las zonas de deformación fueran más largas, o si el automóvil siguiera moviéndose después del choque, la energía del impacto se dispersaría durante ese tiempo y distancia. Pero no puede contar con eso, ni que tendremos automóviles con zonas de deformación más largas porque incluso si aumenta su longitud 3x, no habrá una disminución significativa en la desaceleración. 

Active Cockpit

De ahí la necesidad de este “invento” que consiste en un compartimento cilíndrico horizontal que albergará a los ocupantes, sus asientos, volante (conectado electrónicamente) y todos los mandos principales (pedales, palanca de cambios, etc.).

El compartimiento permanecerá fijo en su lugar sin moverse durante la conducción normal y solo se liberará para moverse cuando se detecte un choque, al igual que los sensores de las bolsas de aire en los automóviles modernos.

En caso de impacto, la nueva cabina girará por su propio peso e inercia alrededor de su eje horizontal, convirtiendo la energía cinética de traslación en rotacional, incluso después de que el vehículo se haya detenido por completo.

Esto nos da tanto la distancia como el tiempo para descomponer aún más la energía del impacto.

Aunque la mayoría de los automóviles ahora tienen volantes “conectados” electrónicamente, todavía tienen un embrague mecánico de emergencia, que conectará la columna de dirección al volante real si falla el sistema.

También se experimentó con rotaciones hacia adelante y hacia atrás (desde el punto de vista del conductor, para nosotros sería en sentido horario y antihorario).

Las pruebas han mostrado ventajas en ambas direcciones, pero cuando se cerró la cabina y se probó la colisión, las fuerzas sobre el conductor fueron mucho más agresivas y provocaron la rotura de algunas articulaciones.

 

 

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