Gracias a un equipo investigador catalán acabamos de conocer que es posible, con un simple análisis de sangre, la detección del alzhéimer incluso antes de que dé síntomas.
La razón es que la proteína cerebral GFAP, proteína acídica fibrilar glial, está aumentada en personas que sufren la enfermedad, incluso en aquellas que aún no tienen síntomas y se puede observar en el plasma sanguíneo.
Los resultados del experimento de detección se han validado en cerca de 900 personas pertenecientes a tres grupos internacionales independientes.
Primeramente, los científicos analizaron las muestras de sangre de 387 personas sin alteraciones cognitivas y con cierto riesgo de desarrollar alzhéimer, procedentes del Estudio Alfa (Fundación Pasqual Maragall y Fundación ‘la Caixa).
Después investigaron el plasma de 300 personas asintomáticas y con deterioro cognitivo que forman parte del estudio TRIAD, de Universidad McGill en Montreal.
Y, finalmente, analizaron las muestras de 187 pacientes con deterioro cognitivo del Hospital Lariboisière de París.
La GFAP, por sus siglas en inglés, es una proteína cerebral específica de las células de la astroglía.
Estas células se encargan de dar soporte a la actividad de las neuronas y ayudan a regular la barrera hematoencefálica, la que impide la entrada de bacterias y otras sustancias al cerebro.
Si se produce daño cerebral, estas células reaccionan, en un proceso conocido como astrogliosis.
La astrogliosis trata de contener el daño, elevándose la expresión de GFAP y otros marcadores.
En el caso concreto del alzhéimer, la GFAP habitualmente se suele medir en el líquido cefalorraquídeo por medio de una punción lumbar.
La ventaja que aporta el nuevo descubrimiento es que esta también se puede medir en sangre, de manera menos invasiva y más precisa, aportando información sobre en qué punto de la enfermedad se encuentra la persona.

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