Nos guste o no aparte del distanciamiento social la única medida que nos puede proteger del COVID actualmente es el empleo de la mascarilla.
Por eso un joven norteamericano (aprovechando la afición de los estadounidenses por las amras de fuego) ha creado Mask Gun una pistola que dispara una máscara hacia la cara de quienes no se molestan en usarla.
El joven usó partes de frenos de un automóvil, una empuñadura de una lata de pintura en aerosol, algunos componentes electrónicos, una válvula solenoide y CO2 comprimido.
Un visor láser que proyecta un punto verde sobre el objetivo ayuda a enfocar correctamente el disparo del ingenioso, pero todavía rudimentario, dispositivo
La mascarilla está unida en sus cuatro amarras a proyectiles con imanes en sus puntas, con el propósito de que se ajustara con mayor facilidad… aunque no siempre lo hace
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