Solar Orbiter, la nave de la Agencia Espacial Europea (ESA) finalmente fue lanzada ayer mismo desde Cabo Cañaveral con destino al Sol y que, aunque es fruto del esfuerzo comunitario, es muy, muy española. De los seis telescopios y 27 sensores embarcados en la nave, dos de los principales están liderados por científicos españoles.
En concreto, se trata de dos instrumentos clave en la misión, magnetógrafo SO/PHI y el Energetic Particle Detector (EPD), coliderados respectivamente por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y por la Universidad de Alcalá (UAH).
Su objetivo será realizar un preciso mapa del campo magnético solar, responsable de prácticamente todos los fenómenos que observamos en el Sol, como las manchas, las tormentas solares o el viento solar (un flujo continuo de partículas eléctricamente cargadas que emanan del Sol y viajan por el espacio interplanetario). SO/PHI medirá también la velocidad del plasma en la fotosfera, la capa más interna de la atmósfera del Sol y de donde procede el viento solar.
Aparte de estas entidades, en el desarrollo de Solar Orbiter han participado la Universidad Politécnica de Madrid y las empresas españolas Sener y Crisa. Además, toda la información científica que genere la misión se coordinará desde el centro de la ESA en Villanueva de la Cañada (Madrid), lo que supone que hablemos de la misión espacial europea más española de la historia.
Sin olvidar claro está que mi actual empresa, GMV ha sido la responsable de hacer realidad el centro de control de la misión, lo que supone el desarrollo y mantenimiento del procesamiento de los telecomandos y la telemetría en tiempo real, especialmente la gestión de la telemetría de máxima prioridad. También queda bajo nuestra responsabilidad la descarga y subida de grandes ficheros.
Asimismo, GMV proporciona soporte a ESOC para el control orbital (Flight Dynamics) durante todo el tiempo que dure la misión, en áreas tradicionales como el cálculo de maniobras, testeo y validación de las órbitas, así como validación de los comandos. Además, la filial de GMV en Portugal ha sido responsable del sistema de chequeo central (CCS o Central Checkout System) para Astrium Uk, un elemento software que forma parte de los sistemas de soporte en tierra que permiten testear el satélite.
Solar Orbiter, que trazará cinco órbitas en torno al Sol en dos años y medio, cuenta con diez instrumentos científicos que tomarán medidas locales y remotas, lo que aportará la primera visión completa tanto de la física solar como de la heliosférica. La sonda europea tomará imágenes de las regiones polares de la estrella, además de estudiar y tratar de predecir su comportamiento y sus efectos en la Tierra.
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En unos días veremos las fotografías del sol tomadas tan solo a 77 millones de kilómetros o sea a la mitad de la distancia que nos separa del mismo.