Ayer mismo la ONU hizo público un preocupante informe que acusa al príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman de hackear el teléfono de Jeff Bezos en 2018.

Parece ser que Mohammed bin Salman y Bezos intercambiaron mensajes de WhatsApp en la primavera de 2018, cuando el príncipe heredero saudí envió a Bezos un archivo de vídeo malicioso. A partir de entonces el móvil del fundador de Amazon empezó a transmitir una ingente cantidad de información. Los autores del informe han solicitado una “investigación inmediata por parte de Estados Unidos y el resto de autoridades”.

En cuanto al software utilizado para el hackeo, los investigadores de la ONU han determinado que la “explicación más probable para la fuga anómala de datos es la utilización de tecnología de ciberespionaje como la de Pegasus, del Grupo NSO”.

El Grupo NSO es una empresa israelí dedicada al mundo del spyware (ciberespionaje) valorada en unos 1.000 millones de dólares que ofrece a sus clientes “capacidades ciberofensivas”. La organización ya ha sido acusada de ayudar a Arabia Saudí y otros países de atacar a disidentes y periodistas, pero ha rechazado las acusaciones en varias ocasiones.

Se sabe muy poco de cómo funciona exactamente la tecnología del Grupo NSO aunque se sabe que los clientes pagan por usar Pegasus, la herramienta de la firma especializada en hackeos, en función del número de personas contra las que se quiere dirigir el ataque. El grupo ofrece una mezcla de hardware y software para llevar a cabo los ciberataques.

NSO presentó en el pasado Milipol celebrado el pasado noviembre en Paris, el curioso dispositivo de la fotografía … aunque el Grupo se ha apresurado a declarar ya que “[su]tecnología no se ha utilizado en este caso. Lo sabemos por la forma en que funciona nuestro software y nuestra tecnología, que no puede utilizarse en los números de teléfono de Estados Unidos [sic]. Nuestros productos solo se utilizan para investigar periodismo y delitos graves”.