A pesar de las lluvias / inundaciones que han sufrido últimamente nuestros amigos valencianos (entre otros) su Albufera se está degradando a una velocidad alarmante por ls sobreexplotación de sus acuíferos y al excesivo aporte de aguas residuales sin el tratamiento adecuado. Todo ello hace que ahora mismo la Albufera sea un lago eutrófico, más bien hipertrófico, un estado definido por la presencia de un exceso de nutrientes.
Una solución podría ser copiar a los japoneses que durante siglos, usaban a los patos como fieles aliados naturales a la hora de controlar la proliferación de algas y malas hierbas en los arrozales. El movimiento de sus patas palmeadas desmenuzaba las plantas y removía el fondo, lo que impedía que estas recibieran luz solar para crecer. Además, se comían las semillas de este tipo de plantas y los insectos; de propina, abonaban el arrozal tras hacer la digestión.
Ahora un ingeniero de Nissan acaba de inventar el agiamo robo (que en traducido, como todo el mundo sabe, significa «pato robot»).
Su pato robótico, similar a los limpiadores domésticos automatizados, va equipado con unas paletas de goma que imitan la forma y el movimiento de las patas de sus parientes del mundo natural. Con un tamaño de sesenta centímetros de ancho y otros tantos de largo, y un peso de un kilo y medio, el prototipo ya está nadando de forma experimental en plantaciones de la prefectura de Yamagata. Gracias a que va equipado con un sistema de GPS, conexión Wi-Fi y se alimenta de energía solar, la máquina es plenamente autónoma. En un futuro, este tipo de tecnologías podrían reducir el uso de herbicidas.
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