Reconozco que el tema de quedarme sin batería de repente me pone un
poco paranoico, más aún si me veo obligado a desplazarme fuera
de mi domicilio habitual y entonces descubro horrorizado que no he traído
conmigo el cargador de mi “nena”. A partir de ahí el miedo
se apodera de mí, un sudor frío recorre mi espalda y en mi cabeza
no deja de sonar una letanía amenazadora: “Vas a quedarte sin batería,
vas a quedarte sin batería… Hard reset, hard reset…” Ya sé
que siempre puedo disponer del cargador del coche, pero con lo jodido que está
el encontrar aparcamiento, y al precio al que está la gasolina, me niego
a utilizar el coche para cargar el PDA. Por ello la salida al mercado de este
cargador de doble uso significa para un pananoico como yo una noticia comparable
a la de recibir una invitación a una noche de perversión con “La
Madrina”.
Pero antes de pasar al análisis del chiquinofe en cuestión, me
gustaría puntualizar una cosa sobre la metodología de envio:
Nunca me cansaré de alabar las cualidades de nuestro servicio postal;
cuando no están demasiado ocupados perdiéndome envíos (¡Dos
camisetas del Celta!) o intentando meter en un buzón un paquete con un
vinilo de 12″ etiquetado visiblemente como FRÁGIL, parece que se
dedican a jugar al fútbol con mis paquetes como ha sido el caso de éste
último. En la foto no se puede observar correctamente cómo llegó
de deteriorado el embalaje (y eso que venía bien protegido) para comprender
lo que digo.
Tras sorprendernos de que no haya reventado todo en el transporte, llega la
segunda sorpresa cuando nos fijamos que gracias al capuchón protector
(al que una amiga bautizó como “condón”) el cargador
se parece más a uno de esos “juguetes” que a un cargador. Una
de las cosas que echo en falta es un folleto del producto, aunque sea para tener
por lo menos algo que leer cuando vaya al WC.
Como ya he comentado, principal atractivo de este chiquinofe es la posibilidad
de utilizarlo con la red eléctrica convencional. Para ello bastará
con levantar 90° las dos patitas del enchufe. (Como se puede apreciar en
el GIF adjunto)
Aunque éstas han sido diseñadas para trabajar con enchufes USA,
no te desanimes, basta con un adaptador a enchufe europeo de los que puedes
encontrar en cualquier ferretería; en mi caso el adaptador, que podéis
ver en las fotos, me valió tan sólo 0’60 €. Al fin y al cabo
si de algo sabemos en este país es de “enchufes” (y en Galicia
este conocimiento se ha convertido en un arte en sí mismo… ¿Verdad
que sí, Sr. <>? 😉 ).
El cargador dispone de un LED que se pone verde en cuanto se conecta a la red
eléctrica y cambia a rojo (aunque no de vergüenza) cuando “se
la metemos” (la corriente) a nuestra “nena” (la PDA). La verdad
es que no he notado diferencias durante el proceso de carga con la toma del
mechero del coche respecto a mi antiguo cargador de mechero (Belkin), aunque
hubiese preferido que el cargador incluyese un cable que permitiese conectarlo
a la toma de corriente para alimentar la PDA en lugar de tener que utilizar
el cable de sincronización, pues en mi caso si la batería está
muy baja suelo tener bastantes problemas para cargar la batería.
Conclusión
PUNTUACIÓN: 6,5
Nota
| Cassidy. Que por fin se ha “quitado de encima” una revisión que le debía a Pharizna.
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