El nuevo NestDesk de nuestros amigos de Youyeetoo de los que revisamos el pasado año su MiniPC X1 y que tanto nos gustó dispone de un moderno procesador Intel N150. Se trata de un dispositivo compacto, del tamaño aproximado de una mano, que intenta reunir en un solo equipo funciones de servidor doméstico, mini PC y centro de almacenamiento de altas prestaciones. El foco principal se sitúa en su capacidad para manejar hasta cuatro SSD NVMe en formato M.2, WiFi 6 y en la incorporación de dos puertos de red 2.5 GbE, una combinación poco usual en equipos tan pequeños.
El atractivo técnico de un NAS diminuto
El NestDesk basado en Intel N150 se articula alrededor de un procesador Alder Lake-N con un TDP típico de 6 W, capaz de mantener cargas sostenidas relativamente estables sin exigir ventilación agresiva. Aunque no es un chip destinado a cálculos pesados, su rendimiento llega a unos 750–800 puntos en single-core y alrededor de 2.500–2.700 puntos en multi-core en pruebas sintéticas como Geekbench 6, cifras suficientes para un servidor personal, contenedores ligeros o tareas de virtualización muy moderada. Su principal atractivo no es la CPU, sino la arquitectura de almacenamiento: cuatro ranuras M.2 2280 PCIe, cada una con enlaces capaces de manejar velocidades reales superiores a 3.000 MB/s con SSD NVMe modernos. Un chasis así permite configuraciones RAID por software y ofrece densidades de almacenamiento inusuales en un dispositivo tan reducido.
Lo más llamativo de este formato es su capacidad de disipación: aunque el cuerpo es pequeño, el sistema emplea un bloque de aluminio interno que actúa como disipador compartido para los módulos NVMe. En pruebas de funcionamiento sostenido, las unidades SSD tienden a mantenerse por debajo de los 65 °C, algo destacable en equipos sin grandes sistemas de ventilación. Esto evita la pérdida de rendimiento por “thermal throttling”, un aspecto crítico cuando se pretende utilizar el equipo como unidad central de copias de seguridad o como servidor multimedia con transcodificación puntual. La integración de dos puertos 2.5 GbE abre la puerta a agregación de enlaces y a anchos de banda combinados de hasta 5 Gbps dentro de una red doméstica avanzada, siempre que el switch acompañe.
Profundizando en el diseño y en su enfoque como servidor
El aspecto exterior del NestDesk no engaña: es un mini-PC, pero su estructura interna está claramente orientada al almacenamiento. La placa base está dispuesta en dos niveles, reservando la parte inferior para los cuatro SSD y dejando en la superior el procesador, la RAM y el módulo de expansión de red. El montaje es relativamente sencillo y no exige desmontar el equipo por completo; basta con retirar la cubierta inferior para acceder a las ranuras M.2. Esta característica lo convierte en un candidato ideal para quienes actualizan con frecuencia sus unidades o prueban distintas configuraciones.
Desde el punto de vista funcional, el dispositivo soporta los sistemas operativos habituales en entornos NAS caseros: Debian, Ubuntu Server, TrueNAS SCALE y distribuciones adaptadas para contenedores como CasaOS. En este último caso, la instalación es rápida y permite gestionar servicios populares como Jellyfin, Nextcloud o Transmission mediante una interfaz web. Aunque el chip Intel N150 no es un portento en decodificación AV1 por hardware, sí permite transcodificación puntual en H.264 y HEVC, siempre dentro de márgenes razonables. En cifras prácticas, puede mantener una o dos transmisiones HD sin grandes problemas, pero no es la opción adecuada para un servidor de streaming intensivo.
Para quienes buscan una experiencia más cercana a un mini-PC, el dispositivo también admite Windows 11. La mayoría de usuarios que apuestan por este tipo de hardware suelen orientarlo a roles concretos: servidor de archivos, nodo de virtualización ligera o pasarela de red con firewall avanzado, aprovechando sus dos puertos de 2.5 GbE. En mediciones reales, la transferencia entre SSD NVMe dentro del sistema y clientes de red con NIC 2.5 GbE mantiene alrededor de 280–290 MB/s por enlace, muy cerca del límite teórico.
El producto bajo la lupa: lo que diferencia al NestDesk
Si hay un elemento que define al NestDesk es el equilibrio entre tamaño, consumo y almacenamiento. Equipos similares suelen optar por dos ranuras M.2 o, directamente, usar bahías SATA de generosa capacidad pero menor velocidad. Aquí la estrategia es distinta: se renuncia a discos mecánicos en favor de densidades elevadas usando solo NVMe. Con cuatro módulos de 4 TB, por ejemplo, es posible montar un sistema de 16 TB utilizable, silencioso, sin vibraciones y con consumos en reposo que rondan los 8–10 W. En carga, el equipo difícilmente superará los 20–22 W, lo que supone un coste energético anual muy bajo, incluso funcionando 24/7.
El tamaño reducido —cercano a una caja de 12×12 cm— facilita colocarlo en cualquier mueble, junto al router o en un armario de comunicaciones doméstico. No requiere bandejas adicionales, no ocupa bahías y no exige ventilar una torre completa. En escenarios de hogar digital, este tipo de formato adquiere mucho sentido, porque el usuario medio no necesita un servidor rack, pero sí demanda espacio rápido para copias de seguridad, multimedia o proyectos de automatización del hogar. En pruebas sostenidas de lectura y escritura usando RAID 1 con dos SSD NVMe Gen3, las tasas rondan los 1.500–1.800 MB/s, valores más que suficientes para la mayoría de tareas domésticas avanzadas.
El NestDesk tampoco pretende competir con soluciones profesionales, pero sí se acerca a nichos hasta ahora reservados a cajas NAS con precios elevados como los QNAP, SYNOLOGY o ASUSTOR. Aunque no incluye software propio, su compatibilidad con OpenMediaVault o TrueNAS SCALE le permite crear sistemas ZFS con deduplicación, compresión y snapshots frecuentes, aprovechando las ventajas de un sistema de archivos moderno. Esta capacidad, unida a la conectividad doble 2.5 GbE, lo convierte en un competidor inesperado para marcas tradicionales que siguen ofreciendo modelos mucho más voluminosos con hardware modesto.
Reflexiones finales
El Youyeetoo NestDesk con Intel N150 representa un avance interesante dentro de los servidores personales compactos. No es un equipo pensado para todo el mundo, pero sí para perfiles que buscan más rendimiento del que puede ofrecer un NAS comercial clásico sin tener que montar un servidor completo. Su capacidad para alojar cuatro NVMe, la disipación bien resuelta y la conectividad de red rápida amplían las posibilidades de uso sin necesidad de grandes inversiones. Se sitúa en un punto intermedio muy cómodo para entusiastas y usuarios domésticos con necesidades por encima de lo común, pero sin las exigencias de un entorno empresarial complejo. Su mayor fortaleza radica en que combina bajo consumo, silencio, flexibilidad y potencia suficiente para la mayoría de tareas de almacenamiento.
En el ecosistema de mini-PCs orientados a NAS, este modelo destaca por su enfoque puramente funcional y su diseño directo. No hay componentes superfluos, ni adornos innecesarios: solo almacenamiento, conectividad y un procesador eficiente.
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Nuestro NestDesk, con SSD NVMe de 1 tera, acaba de salir de China por lo que esperamos recibirlo para poco antes de Reyes.
Otro interesante producto a revisar! Nos espera un interesante principio de año nuevo!
Papa Noel nos ha dejado otro de los nuevos juguetes del 2025… el NestDesk de nuestros amigos chinos de Youyeetoo.