El jueves 12 de junio de 2025, una interrupción significativa en los sistemas de Google Cloud generó efectos en cadena en numerosos servicios digitales de gran alcance como OpenAI, Shopify, Spotify, Cloudflare y muchos más. La incidencia, que tuvo su origen en un error en la gestión de cuotas de API, afectó también a usuarios en España y el resto de Europa, dejando durante horas sin servicio o con cortes intermitentes a plataformas ampliamente utilizadas tanto por empresas como por consumidores. En este artículo repasamos lo ocurrido, el impacto a nivel europeo y global, y qué se puede aprender de esta situación.

Una interrupción con alcance global

La tarde del jueves 12 de junio, los usuarios de servicios como ChatGPT, Spotify o Discord comenzaron a notar comportamientos anómalos: problemas de carga, errores en el inicio de sesión o la imposibilidad de acceder a funciones habituales. En España, los cortes comenzaron a notarse a partir de las 19:50, coincidiendo con la propagación del fallo en Google Cloud, que tuvo su origen en un cambio interno en las políticas de cuota de API.

Este tipo de políticas sirven para limitar el número de solicitudes que un servicio puede realizar a determinados recursos de Google Cloud. En condiciones normales, actúan como mecanismo de control, pero en este caso, un error en la implementación de un cambio provocó bloqueos masivos de peticiones legítimas. Como resultado, cientos de sistemas que dependen de estas APIs quedaron inoperativos durante varias horas.

La incidencia no se limitó a Estados Unidos. En Europa, y particularmente en España, muchos usuarios reportaron que no podían usar ChatGPT, que Spotify no reproducía música, o que sus sistemas de e-commerce —como los gestionados por Shopify— presentaban fallos en la interfaz. También se detectaron errores en herramientas profesionales como Google Drive, BigQuery y servicios de inteligencia artificial de Vertex AI.

El impacto en Europa: servicios bloqueados y respuestas lentas

Aunque el centro de datos más afectado se encontraba en Estados Unidos, el error en las cuotas fue replicado globalmente, lo que explica que también en Europa se vieran fallos generalizados. De hecho, Cloudflare —uno de los principales proveedores de red y seguridad para miles de webs— confirmó que sus servicios europeos también se vieron afectados debido a su uso de Google Cloud Storage.

Las consecuencias en España fueron especialmente visibles en empresas que usan soluciones en la nube para operar en tiempo real: plataformas de venta online, servicios de atención automatizada o herramientas de colaboración digital. Algunos proveedores tecnológicos locales informaron de caídas de entre 45 minutos y dos horas en varios de sus sistemas.

Además, debido a la interdependencia entre plataformas, el fallo en Google Cloud afectó también a usuarios de herramientas que, aunque no usen directamente Google, sí lo hacen de manera indirecta a través de APIs o servicios intermedios. Es el caso de servicios de verificación de identidad, automatización de flujos de trabajo o integración de pagos.

Qué falló exactamente (sin ponernos demasiado técnicos)

Según Google, la causa fue un cambio mal gestionado en el sistema que controla las cuotas de acceso a APIs. Dicho de forma simple, las máquinas pensaron erróneamente que muchas de las peticiones que recibían eran excesivas o indebidas, y las bloquearon. Esto afectó a millones de solicitudes que, en realidad, eran perfectamente válidas.

Este error generó un cuello de botella que se amplificó porque muchos sistemas modernos están construidos de forma modular y dependen de varios proveedores. Si un módulo falla —por ejemplo, el acceso a la base de datos o la autenticación de usuarios—, el sistema completo puede dejar de funcionar o comportarse de manera inesperada.

La solución llegó en unas dos horas y media, cuando los ingenieros de Google implementaron un “bypass” temporal que desactivaba el sistema de cuotas defectuoso. A partir de ese momento, los servicios comenzaron a restablecerse progresivamente. Sin embargo, en regiones como Europa, la recuperación total fue algo más lenta debido a la necesidad de reiniciar conexiones y recargar configuraciones.

El papel de Google Cloud en todo esto

Google Cloud se ha convertido en uno de los pilares invisibles de la infraestructura digital. Empresas como OpenAI, Shopify o Cloudflare lo utilizan para almacenar datos, ejecutar procesos y gestionar millones de transacciones al día. Por tanto, cuando algo falla en esa infraestructura, las consecuencias son globales.

El componente directamente implicado en el incidente fue el sistema de gestión de identidad y cuotas (IAM/Quota Service), que controla cuántas veces se puede usar una API en un periodo de tiempo determinado. Este sistema actúa como guardián para evitar abusos, pero si interpreta mal la situación —como ocurrió— puede bloquear el tráfico legítimo y generar un efecto dominó.

Aunque Google ha comunicado que revisará sus procedimientos para prevenir errores similares, el incidente pone de nuevo sobre la mesa los riesgos de depender excesivamente de un único proveedor de servicios en la nube.

Un incidente que deja lecciones

Lo ocurrido el 12 de junio sirve como recordatorio de cómo las infraestructuras digitales están cada vez más conectadas entre sí. Desde el punto de vista técnico, el incidente subraya la necesidad de contar con mecanismos de aislamiento y recuperación que puedan activarse automáticamente ante errores de configuración.

A nivel europeo, también se plantea la cuestión de la soberanía digital. ¿Hasta qué punto los servicios esenciales —desde el correo electrónico hasta los sistemas de comercio electrónico— deberían depender de infraestructuras alojadas y gestionadas desde fuera de la UE? Incidentes como este refuerzan la necesidad de disponer de alternativas locales o al menos de planes de contingencia más robustos.

Finalmente, los usuarios finales también han experimentado los límites de la “comodidad digital”. Durante unas horas, servicios que forman parte de la vida cotidiana —como escuchar música, generar contenido con IA o realizar pagos en línea— se volvieron inaccesibles. Esto, aunque temporal, plantea preguntas sobre la resiliencia de nuestra dependencia digital.

78
Suscribirse
Notificación
0 Comments
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
0
¡Aquí puedes dejar tus comentarios!x