Resulta, cuando menos curioso, que ahora cada vez que se quiera llamar la atención sobre cualquier tipo de desarrollo se incluya la palabreja IA Inteligencia Artificial.
Por ejemplo, si hace un par de años habríamos titulado esta Noticia como «descubierta correlación entre la fuerza de agarre» y la salud … ahora, no negaréis que llama mucho más la atención diciendo «sensor de uñas detecta el desarrollo de una enfermedad mediante una Inteligencia Artificial».
El hecho es que IBM ha diseñado un dispositivo que utiliza una variedad de medidores de tensión para detectar la deformación de su uña al agarrar objetos, con la sutileza suficiente para detectar tareas como abrir un frasco de pastillas, girar una llave o incluso escribir con el dedo.
Desde allí, el sensor envía sus datos a un reloj inteligente (en este caso, un Apple Watch) donde se ejecutan los correspondientes algortimos (la inteligencia artificial). El aprendizaje automático del reloj puede detectar varios signos de Parkinson, como temblores, bradicinesia (lentitud en movimientos voluntarios) y Discinesia (movimientos voluntarios reducidos).
Según IBM, también es posible usar una red neuronal para detectar con precisión los dígitos escritos con los dedos, lo que podría ayudar a identificar problemas de salud asociados con funciones cognitivas y habilidades motoras.
Si bien el sensor se desarrolló inicialmente con el Parkinson en mente, IBM ve claramente una variedad de usos que podrían incluir detectar el desarrollo de numerosas enfermedades, así como la efectividad de los tratamientos destinados a reducir esas condiciones.
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Como nos «temíamos», en esto de la IA hay más entusiasmo que adopción y si bien el 88% de los ejecutivos de grandes empresas (americanas) creen en la IA como medio para mejorar sus cuentas de resultados, tan solo un 56% de sus empresas la utilizan y menos de un 20% tienen planes de inversión en este tema.