Es bien conocido (y si no para eso estamos nosotros, para contarlo) en el cuerpo humano se estima que hay del orden de un 30% más de células no humanas que propias. No es que nos hayan poseído los alienígenas sino que, por ejemplo, en el intestino tenemos más de un millar de especies diferentes de microorganismos pudiendo llegar a los 30 billones de bacterias.
Ahora y gracias a un estudio de la Universidad de Berkeley se han detectado que alrededor de un centenar de bacterias de la microbiota intestinal son capaces de producidad electricidad… lo que, por cierto, no debería extrañarnos.
ELos científicos descubrieron un nuevo mecanismo para producir una corriente eléctrica y que es usado por microbios como lactobacilos, estreptococos y patógenos causantes de diarrea (Listeria monocytogenes), gangrena (Clostridium perfringens) o infecciones hospitalarias (Enterococcus faecalis). Igual que otros organismos respiran oxígeno para ceder los electrones generados durante el proceso de producción de energía, estos hacen lo propio a través de procesos de fermentación.