Durante años, Synology ha destacado por ofrecer soluciones de almacenamiento en red (NAS) fiables, pensadas tanto para entornos domésticos como empresariales y junto a QNAP han sido revisados en PcDeMaNo docenas de veces. Sin embargo, su política de compatibilidad con discos duros de terceros generó un notable descontento entre los usuarios. A principios de 2025, la compañía ha decidido modificar su estrategia y permitir nuevamente el uso de unidades que no sean “oficialmente compatibles”. Esta decisión responde a las quejas de una comunidad que veía restringida la libertad para ampliar o mantener sus sistemas de almacenamiento. En este artículo analizamos los motivos de este cambio, las implicaciones técnicas y cómo podría afectar a la posición de Synology en un mercado donde la flexibilidad es clave.
Una política que limitaba el ecosistema
A finales de 2022, Synology comenzó a imponer restricciones a los usuarios que instalaban discos duros no certificados en sus NAS empresariales de la serie Plus y XS. Aunque el sistema operativo DSM (DiskStation Manager) seguía reconociendo las unidades, muchas funciones avanzadas quedaban deshabilitadas o mostraban alertas permanentes. Según la propia compañía, esta medida pretendía garantizar la estabilidad del sistema, ya que sus discos HAT5300 y HAS5300 estaban diseñados y validados para un funcionamiento óptimo.
El problema surgió cuando esa política se trasladó progresivamente a modelos de gama media, afectando a pequeñas empresas y usuarios avanzados. En el artículo original de Android Authority, se señala que la presión de la comunidad y la pérdida de confianza de los usuarios llevaron a la compañía a reconsiderar su enfoque. Synology anunció en octubre de 2025 que restaurará la compatibilidad con discos de terceros, eliminando las restricciones que limitaban las actualizaciones de firmware, la monitorización SMART o la reconstrucción de volúmenes RAID.
Las razones técnicas detrás de la decisión
Desde un punto de vista técnico, la política de exclusividad tenía su lógica. Los discos Synology HAT5300, fabricados por Toshiba, incluían un firmware adaptado para optimizar la comunicación con DSM y reducir errores de latencia en entornos RAID. En pruebas internas, se observaba una tasa de error de lectura inferior a 1 por cada 10^15 bits leídos y una tasa de fallos anual (AFR) del 0,6 %, muy por debajo de la media del sector. Además, estos discos estaban calibrados para funcionar a temperaturas entre 5 °C y 60 °C, con sensores de vibración integrados que ajustaban la velocidad de rotación cuando detectaban resonancias mecánicas.
Sin embargo, el cierre del ecosistema generó un problema económico y técnico. Los usuarios que ya tenían unidades Seagate o Western Digital funcionales no podían aprovecharlas sin aceptar alertas constantes o sin perder acceso a actualizaciones automáticas. En sistemas con configuraciones RAID 6 o SHR-2, que pueden llegar a incluir 8 o 12 discos, la sustitución completa suponía un coste añadido de más de 1.000 euros.
El cambio de rumbo se explica también por la evolución de las tecnologías de almacenamiento. Los discos de terceros con interfaz SATA III o SAS de 12 Gb/s ya ofrecen velocidades sostenidas de más de 250 MB/s y latencias inferiores a 4,5 ms. La fiabilidad, medida mediante el parámetro MTBF (Mean Time Between Failures), supera los 2,5 millones de horas en modelos profesionales. Synology ha reconocido que la diferencia entre sus unidades y las de otros fabricantes se ha reducido de forma significativa, lo que hace innecesario mantener la restricción.
Repercusiones para los usuarios y el mercado NAS
La rectificación de Synology podría influir en el mercado global de NAS, valorado en más de 5.000 millones de dólares según un informe de TechRadar Pro, donde las decisiones de compatibilidad impactan directamente en la confianza de los consumidores. Esta apertura podría atraer de nuevo a pequeñas empresas y profesionales autónomos que optaron por alternativas como QNAP o TrueNAS, más flexibles en cuanto al hardware.
En el ámbito doméstico, el cambio tiene implicaciones prácticas: permitirá reutilizar discos ya existentes, optimizando costes y reduciendo residuos electrónicos. Muchos usuarios combinan discos de distintas marcas en configuraciones RAID híbridas, donde DSM ajusta la redundancia de forma automática. La compatibilidad ampliada también beneficia a los entornos de backup mixto, donde se utilizan SSD para caché y HDD para almacenamiento masivo.
La cuestión de fondo sigue siendo la misma: cómo equilibrar el control de calidad con la libertad de elección del usuario. Según Tom’s Hardware, Synology continuará validando oficialmente ciertas marcas, pero sin limitar las funciones críticas del sistema si se emplean otras. En términos de soporte, la empresa ofrecerá información más transparente sobre qué modelos de discos han sido probados internamente, algo que los administradores de TI agradecerán especialmente.
Un paso estratégico en un entorno competitivo
Synology no actúa en el vacío. Competidores como QNAP, Asustor o TerraMaster han mantenido políticas más abiertas respecto al uso de discos duros. QNAP, por ejemplo, proporciona listas de compatibilidad orientativas, pero permite el uso de cualquier unidad SATA o NVMe. Esto ha impulsado su adopción en entornos donde se combinan discos de distintos fabricantes para equilibrar rendimiento y coste.
La decisión de Synology puede interpretarse como una respuesta directa a esa tendencia. La compañía, que en 2024 controlaba aproximadamente el 35 % del mercado NAS profesional, había visto una ligera caída de ventas tras las restricciones de compatibilidad. Con esta apertura, busca reforzar su posición sin renunciar al control sobre la calidad y la estabilidad del software.
Desde el punto de vista de la ingeniería, esto implica revisar el kernel de DSM para mejorar la detección de parámetros SMART en discos heterogéneos, optimizar la gestión de errores de lectura y actualizar el sistema de alerta temprana para reflejar las características reales de cada modelo. La integración de algoritmos de predicción basados en aprendizaje automático —ya presentes en DSM 7.2— podría permitir evaluar el estado de los discos sin depender exclusivamente de la certificación de marca.
Reflexión final
El regreso a una política más abierta es una señal de madurez para Synology. Significa reconocer que el ecosistema de almacenamiento actual es lo bastante sólido como para permitir la coexistencia de múltiples fabricantes sin comprometer la fiabilidad. También demuestra que escuchar a los usuarios sigue siendo una estrategia efectiva: las comunidades de administradores y entusiastas han desempeñado un papel esencial en este cambio.
A nivel técnico, la compatibilidad ampliada abre la puerta a configuraciones más variadas y eficientes, especialmente en entornos mixtos donde la relación entre coste por terabyte, fiabilidad y consumo energético debe mantenerse equilibrada. Los discos modernos, con consumos inferiores a 7 W y densidades superiores a 2 TB por plato, permiten aprovechar al máximo los NAS incluso en aplicaciones intensivas como la virtualización o la edición de vídeo 4K.
Synology recupera así parte de la confianza que había perdido. Y aunque la compañía sigue recomendando sus propias unidades para garantizar el máximo rendimiento, la decisión de eliminar restricciones marca un retorno a la filosofía original de la marca: ofrecer soluciones flexibles, estables y abiertas a la evolución tecnológica.
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