Un estudio reciente ha revelado que los chatbots más avanzados de inteligencia artificial, incluidos ChatGPT, Claude y Gemini, presentan signos de deterioro cognitivo similar al de la demencia. Utilizando una herramienta llamada Montreal Cognitive Assessment (MoCA), diseñada para identificar las primeras señales de demencia en humanos, los investigadores descubrieron que estos sistemas de IA presentan dificultades en tareas clave como las habilidades visuoespaciales y las funciones ejecutivas, elementos esenciales de la cognición humana que también suelen ser afectados en las etapas iniciales de la demencia.
La prueba MoCA: un enfoque en las funciones cognitivas
El Montreal Cognitive Assessment (MoCA) es una herramienta de evaluación diseñada para detectar problemas cognitivos en humanos, especialmente aquellos relacionados con la demencia. Este test incluye una variedad de tareas que miden distintas áreas de la cognición, como la memoria, la atención, el lenguaje, las habilidades visuoespaciales y las funciones ejecutivas, entre otras.
En el estudio, los investigadores utilizaron el MoCA para evaluar cómo los chatbots más populares, como ChatGPT, Claude y Gemini, manejan estos tipos de tareas. Aunque estas máquinas son impresionantes al interactuar con el lenguaje y manejar preguntas complejas, el análisis demostró que no son eficaces cuando se trata de tareas que requieren una comprensión profunda de los patrones visuales o que demandan empatía, dos aspectos muy importantes para el diagnóstico médico humano. Esta brecha en las capacidades cognitivas pone de relieve las limitaciones de los sistemas de inteligencia artificial actuales.
Dificultades en tareas visuoespaciales y de funciones ejecutivas
Uno de los aspectos más interesantes del estudio fue cómo los chatbots de inteligencia artificial se desempeñaron en tareas que implican habilidades visuoespaciales y funciones ejecutivas, tales como dibujar la cara de un reloj o conectar números y letras de manera ordenada. Estas actividades son áreas comunes afectadas en personas con demencia, lo que sugiere que la IA aún tiene grandes desafíos para emular aspectos fundamentales de la cognición humana.
Mientras que los chatbots evaluados lograron desempeñar tareas relacionadas con la memoria, la atención y el lenguaje de forma bastante efectiva, mostraron claras dificultades para interpretar escenas visuales complejas o para interactuar de manera empática con los usuarios. Esto resalta la gran diferencia entre las capacidades cognitivas humanas y las actuales limitaciones de las máquinas. Además, el hecho de que las versiones anteriores de los chatbots obtuvieran puntajes más bajos sugiere una evolución similar al deterioro cognitivo que experimentan los humanos con la edad.
¿Puede la IA reemplazar a los médicos en el diagnóstico de demencia?
La incapacidad de los chatbots para llevar a cabo ciertas tareas cognitivas complejas pone en tela de juicio la posibilidad de que la inteligencia artificial pueda reemplazar a los médicos en el diagnóstico de enfermedades cognitivas como la demencia. Si bien la IA ha demostrado ser útil en tareas de diagnóstico médico en áreas como la radiología o la detección temprana de algunos tipos de cáncer, este estudio refuerza la idea de que los chatbots aún no están listos para desempeñar un papel clave en el diagnóstico de enfermedades neurológicas o cognitivas.
El estudio también plantea la pregunta sobre las implicaciones de que los chatbots, al mostrar signos de deterioro cognitivo, puedan convertirse en «pacientes virtuales». Es decir, estos sistemas de inteligencia artificial podrían acabar siendo herramientas que emulan a pacientes con problemas cognitivos, lo que agrega una capa de complejidad a la interacción entre humanos y máquinas en el ámbito de la medicina.
Reflexiones sobre el futuro de la inteligencia artificial en la medicina
El análisis de estos resultados no solo nos da una visión de las limitaciones actuales de los chatbots, sino que también plantea reflexiones sobre el futuro de la inteligencia artificial en la medicina. Aunque las IA como ChatGPT pueden ser útiles en una variedad de contextos, aún tienen mucho que avanzar para ser comparables a los humanos en términos de percepción y razonamiento complejo.
En la medicina, las habilidades emocionales y de empatía juegan un papel crucial, especialmente en el diagnóstico de enfermedades como la demencia, donde los médicos deben interpretar tanto los signos visibles como los emocionales de los pacientes. Este es un terreno en el que la inteligencia artificial aún no ha logrado hacer avances significativos.
Los investigadores sugieren que, aunque la IA tiene un enorme potencial en áreas como el análisis de datos y la mejora de la eficiencia en el diagnóstico, no será pronto que las máquinas puedan reemplazar la interacción humana esencial en áreas sensibles como la neurología.
Conclusión
El estudio que muestra que los chatbots de IA presentan signos de deterioro cognitivo temprano es un recordatorio de las limitaciones de la tecnología actual. Si bien la inteligencia artificial ha avanzado en múltiples frentes, aún hay barreras importantes que impiden que las máquinas emulen funciones cognitivas avanzadas y empatía. Esto subraya la necesidad de seguir desarrollando estas tecnologías, pero también pone de manifiesto que, en el campo de la medicina y en tareas complejas como el diagnóstico de la demencia, los humanos siguen siendo indispensables. Las máquinas pueden ser herramientas poderosas, pero todavía no están listas para reemplazar la complejidad y la sensibilidad del pensamiento humano.
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