La misión DRACO, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA), tiene como objetivo desviar asteroides que podrían representar una amenaza para la Tierra. Este proyecto pionero no solo tiene implicaciones globales para la defensa planetaria, sino que también coloca a España en el centro del desarrollo tecnológico aeroespacial. La empresa española DEIMOS, con sede en Puertollano (Ciudad Real), jugará un papel fundamental en el diseño y montaje del satélite. Esta contribución se suma al creciente desarrollo tecnológico e industrial de Puertollano, que en los próximos años también albergará una planta de acero verde y un centro de datos de inteligencia artificial (IA).

Defensa planetaria: El objetivo de DRACO

La misión DRACO se inscribe en el esfuerzo global para proteger a la Tierra de posibles impactos de asteroides. La ESA y otras agencias, como la NASA, están colaborando en el desarrollo de sistemas de defensa planetaria que permitan desviar asteroides en caso de que se detecte una posible colisión con nuestro planeta. La tecnología de DRACO tiene como precedente la misión DART de la NASA, aunque DRACO incorporará mejoras que permitirán un mayor control sobre el impacto y la desviación del asteroide objetivo.

Una de las tecnologías más innovadoras de DRACO es su sistema de navegación autónoma, que utilizará cámaras de alta resolución y algoritmos avanzados para guiar la nave hacia el asteroide sin la necesidad de intervención humana. Este tipo de tecnología no solo es crucial para misiones de defensa planetaria, sino que también puede tener aplicaciones futuras en la exploración espacial y la observación remota.

Puertollano: Centro de innovación espacial

El papel de España en la misión DRACO es destacado gracias a la participación de DEIMOS, una empresa tecnológica ubicada en Puertollano, Ciudad Real,  que será el contratista principal de la misión, estando a cargo del diseño del satélite que se ensamblará en las instalaciones de Deimos en Puertollano, con importantes contribuciones de equipos de Deimos en Portugal, Italia y Rumanía.

Puertollano, tradicionalmente conocido por su refinería y plantas químicas, está experimentando un renacimiento tecnológico con la llegada de proyectos innovadores como la planta de acero verde y un centro de datos especializado en inteligencia artificial. La planta de acero verde será una de las primeras en su tipo en España, utilizando tecnologías limpias para reducir las emisiones de carbono en la producción de acero. Este proyecto complementa el centro de datos de IA, que se centrará en el procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos, impulsando la economía digital de la región y mejorando la infraestructura tecnológica de Puertollano.

El satélite Draco final, de unos 200 kg de peso y del tamaño de una lavadora, no tendrá un sistema de propulsión ni sistemas de navegación y comunicación conectados, ya que no se controlará directamente. La mayoría de las reentradas son incontroladas, los satélites permanecen pasivos mientras la atmósfera los engulle, y el objetivo de Draco es imitar una reentrada típica en la medida de lo posible.

En cambio, Draco aprovechará las capacidades de dirección del cohete con el que se lanza para alinearse para una reentrada rápida. Tras un vuelo de no más de 12 horas, durante el cual alcanzará una altitud máxima de 1000 km, Draco reentrará sobre una zona deshabitada del océano, sus 200 sensores y 4 cámaras registrarán su abrasadora desaparición y almacenarán el resultado de forma segura en la cápsula.

Cuando el satélite se haya quemado, se enfrentará a su siguiente obstáculo. La cápsula de 40 cm podría girar y caer a gran velocidad, pero tiene que ser capaz de abrir un paracaídas independientemente de su orientación y velocidad iniciales.

Una vez desplegado el paracaídas, la cápsula descenderá más suavemente, lo que le permitirá conectarse con un satélite geoestacionario situado por encima para transmitir los datos recogidos. La cápsula dispondrá de unos 20 minutos para enviar la telemetría antes de precipitarse al océano y dar por concluida la misión.

Futuras aplicaciones y colaboraciones internacionales

DRACO es una misión que no solo aborda el riesgo inmediato de los impactos de asteroides, sino que también abre la puerta a futuras misiones de exploración y defensa. El éxito de esta misión podría impulsar una nueva era de tecnología espacial dedicada a la prevención de desastres naturales a gran escala. Además, la colaboración internacional entre la ESA, NASA y otras agencias espaciales fomenta el desarrollo conjunto de tecnologías que benefician a todo el planeta.

Las tecnologías desarrolladas para DRACO podrían aplicarse en otras áreas de la exploración espacial. Desde misiones a Marte hasta la exploración de lunas y planetas en el sistema solar, los avances tecnológicos logrados a través de DRACO contribuirán significativamente al conocimiento y la seguridad espacial.

Conclusión

La misión DRACO marca un antes y un después en la defensa planetaria, y España, a través de DEIMOS en Puertollano, se coloca en el centro de este esfuerzo global. Las tecnologías desarrolladas para esta misión no solo protegerán a la Tierra de posibles amenazas, sino que también sentarán las bases para futuras exploraciones espaciales. Además, Puertollano continúa su evolución como un centro de innovación con la instalación de una planta de acero verde y un centro de datos de inteligencia artificial, consolidando su posición en la vanguardia de la tecnología y la sostenibilidad laugh

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