Amos Miller, CEO de Glidance y ex-Microsoft, es uno de los aproximadamente 253 millones de personas en todo el mundo que viven con una discapacidad visual moderada a severa. Ante la falta de acceso a perros guía altamente entrenados o bastones de difícil manejo, Miller cree que su robot guía autónomo podría ser la solución a esta brecha de accesibilidad. Con un peso de poco más de un kilo, “Glide” puede detectar obstáculos y llevar a personas ciegas a sus destinos de manera segura, todo a una fracción del costo de entrenar y mantener perros guía altamente especializados.

Tecnología al servicio de la accesibilidad

El Glide, desarrollado por Glidance, utiliza una serie de sensores a bordo, cámaras y inteligencia artificial para analizar el entorno inmediato y guiar a los usuarios lejos de peligros. Este robot, del tamaño de una pequeña aspiradora con un mango y dos pequeñas ruedas, utiliza “guía cinética pasiva” en lugar de un motor, lo que permite a los usuarios simplemente empujarlo hacia adelante para activarlo. Glidance afirma que el dispositivo puede cargarse usando un enchufe eléctrico estándar y puede durar hasta 8 horas de “uso activo”.

¿Cómo funciona el Glide?

El Glide utiliza un sensor de retroalimentación háptica en el mango para enviar retroalimentación a los usuarios, indicándoles cuándo deben disminuir la velocidad. Además, el dispositivo se integrará con aplicaciones de navegación que permitirán a los usuarios simplemente ingresar un destino y dejar que el dispositivo los guíe hacia él, de manera similar a un vehículo autónomo.

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Más allá de los perros guía

Aunque los perros guía son el estándar actual para la movilidad de las personas ciegas, solo el 2% de las personas parcialmente ciegas y ciegas tenían perros guía en 2017. El alto costo de entrenamiento y mantenimiento, junto con la escasez de suministros, hace que la demanda de estos perros supere con creces la oferta. Los robots guía podrían llenar parte de ese vacío, ofreciendo una opción más económica y accesible para aquellos que no pueden acceder a un perro o no desean la responsabilidad de tener uno.

Reflexiones finales

El desarrollo de tecnología como el Glide representa un paso adelante en la mejora de la accesibilidad para las personas con discapacidad visual. Aunque aún se encuentra en etapas iniciales, este tipo de innovación tiene el potencial de cambiar vidas y abrir nuevas posibilidades de movilidad e independencia. Sin embargo, es importante recordar que estas soluciones no buscan reemplazar a los perros guía, sino ofrecer una alternativa complementaria para aquellos que no pueden acceder a ellos. Con avances continuos en la tecnología y la colaboración entre diferentes campos de investigación, el futuro de la accesibilidad parece más prometedor que nunca.

 

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