Las baterías de estado sólido se han erigido como la promesa dorada para los vehículos eléctricos. ¿La razón? Seguridad, tiempos de carga reducidos y autonomías sorprendentes, superando la marca de los 1,000 kilómetros. Sin embargo, hasta ahora, solo hemos tenido un atisbo de esta tecnología a través de la batería semisólida de NIO. Aunque ha demostrado una impresionante autonomía, su elevado costo, comparable al de un Mercedes Clase C, plantea interrogantes sobre la viabilidad económica de esta innovación.
Desafíos y logros: El veredicto de PowerCo
Volkswagen, a través de PowerCo, se sumerge en la carrera de las baterías de estado sólido respaldando los avances de QuantumScape, una empresa estadounidense. Sus afirmaciones son audaces: una batería que supera 1,000 ciclos de carga con solo una pérdida del 5% de su capacidad. Este logro, según PowerCo, equivale a medio millón de kilómetros en un vehículo que homologue entre 500 y 600 kilómetros. La noticia es particularmente alentadora, ya que la mayoría de las marcas ofrecen garantías de batería que rondan los siete a diez años, o entre 150.000 y 200.000 kilómetros.
De la prueba al mercado: Desafíos y expectativas
El CEO de PowerCo, Frank Blome, califica los resultados como «muy alentadores y un hito en el camino hacia la producción en serie de la célula de estado sólido». Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que la mayoría de los fabricantes prevén la disponibilidad comercial de estas baterías a finales de la década. Además, el enigma del precio sigue sin resolverse. Marcas como Toyota advierten que, inicialmente, estas baterías solo estarán disponibles en vehículos de alto rendimiento debido a su costo elevado.
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