El sueño de tener una energía limpia y casi inagotable podría hacerse realidad pronto. EE.UU. se propone tener un reactor de fusión en funcionamiento para el 2035. ¡Es el futuro, amigos!

Durante décadas, la energía de fusión ha sido el “Santo Grial” de la ciencia de la energía. ¿Por qué? Bueno, imagina una fuente de energía que no emite gases de efecto invernadero, no produce residuos radiactivos a largo plazo y, lo mejor de todo, utiliza combustible extraído del agua del mar. Sí, has oído bien. La fusión tiene el potencial de revolucionar nuestra matriz energética. Y ahora, con el ambicioso objetivo de EE.UU. de tener un reactor de fusión en pleno funcionamiento para el 2035, ese futuro brillante y sostenible podría estar a la vuelta de la esquina.

¿Por qué es tan desafiante?

La fusión, a diferencia de la fisión que se utiliza en las centrales nucleares actuales, implica fusionar núcleos atómicos en lugar de dividirlos. Suena simple, ¿verdad? Bueno, en realidad, es un proceso extremadamente desafiante. Requiere temperaturas y presiones increíblemente altas, ¡similares a las del sol! Durante años, mantener estas condiciones ha sido el principal obstáculo. Pero los avances recientes en tecnologías de imanes y materiales están acercándonos cada vez más a hacer de la fusión una realidad práctica.

EE.UU. no está solo en esta carrera

Mientras que EE.UU. está haciendo grandes avances, no es el único jugador en el campo de la fusión. El proyecto ITER en Francia, un esfuerzo colaborativo internacional, está construyendo lo que será el tokamak (un dispositivo para contener plasma caliente) más grande del mundo. Aunque ITER tiene como objetivo demostrar la viabilidad de la fusión como fuente de energía, el objetivo de EE.UU. es dar un paso más y convertir esa energía en electricidad para millones de hogares.

Pero… ¿y si no lo logramos?

Si bien el objetivo es ambicioso y emocionante, hay que recordar que la fusión ha sido esquiva durante décadas. Aunque los avances tecnológicos y las inversiones están acelerando el progreso, todavía hay desafíos técnicos y financieros significativos en el camino. Y aunque estamos avanzando a pasos agigantados, es esencial ser cautelosos y no contar nuestros reactores antes de que estén en funcionamiento.