¿Has soñado alguna vez con tener un mini dron que cabe en la palma de tu mano? Bueno, el futuro ya está aquí y viene en forma de un insecto mecánico llamado «Black Hornet«.
Según nos cuentan aquí, en abril, cuando un garaje en Manhattan colapsó trágicamente, la atención mediática se centró en un perro robot que el Departamento de Bomberos de Nueva York utilizó en el lugar. Sin embargo, otro héroe robótico exploró la estructura ese día: el Black Hornet, un dron excepcionalmente diminuto y silencioso que parece exactamente un pequeño helicóptero. Este aparato, que pesa menos de 35 gramos, despega de la mano del operador transmitiendo video en tiempo real. Es una herramienta increíble para ver y decidir antes de acercarse a una estructura que podría tener riesgos.
Funcionamiento y demostración
Rob Laskovich, de Teledyne FLIR, la empresa detrás de Black Hornet, destacó su baja «firma de ruido», lo que lo hace prácticamente indetectable desde más de 3 metros de distancia. Gracias a su silencio y maniobrabilidad, este minúsculo dron puede recolectar información a una milla de distancia o más y transmitirla a la estación base. Además, la versión más reciente del Black Hornet puede operar sin acceso a GPS, lo que significa que puede operar en interiores.
Un aliado en situaciones de emergencia
El dron Black Hornet no solo es utilizado por el ejército, sino que también puede ser una herramienta valiosa para los departamentos de policía y primeros auxilios. Puede proporcionar una perspectiva única en situaciones en las que, por ejemplo, un sospechoso armado podría ser una amenaza. En el estado de Nueva York, la Oficina del Sheriff del Condado de Erie tiene un conjunto de Black Hornet que incluye tres pequeñas aeronaves. Aunque el potencial de este dron es prometedor, ha habido controversias en relación con la adquisición de tecnologías avanzadas por parte de la policía.
Reflexiones sobre la tecnología avanzada en manos civiles
Es innegable que el Black Hornet y otros dispositivos avanzados pueden ser herramientas valiosas en situaciones de emergencia. Sin embargo, Stuart Schrader, de la Universidad Johns Hopkins, resalta el potencial de la «deriva de la misión» con el uso de tecnologías de origen militar en manos civiles. La idea es que, en ausencia de emergencias reales, los departamentos pueden sentir la necesidad de usar estas herramientas caras en situaciones más generales. La tecnología podría desplegarse en circunstancias que no lo justifican, solo para potenciar el poder de vigilancia de la policía.
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