En Inglaterra una cámara de vigilancia provista de inteligencia artificial (IA) está poniendo en jaque a los conductores imprudentes. Con resultados sorprendentes en apenas tres días, ¿es este el futuro de la seguridad vial?
En una ruta en Launceston, Cornwall, se puso a prueba una cámara de vigilancia del tráfico rodado dotada de IA. ¿El resultado? En solo 72 horas, detectó a 117 personas chateando en sus móviles mientras conducían y a 130 km/h sin cinturón. ¡Casi 300 infracciones en total! Esta cámara toma fotos de alta calidad que luego son analizadas por software inteligente para identificar posibles infracciones.
¿Cómo funciona esta maravilla tecnológica?
No es magia, es tecnología avanzada. Las imágenes son capturadas con cámaras de alta velocidad y un flash infrarrojo. Si el software detecta algo raro, como un móvil en mano o un cinturón desabrochado, la foto se envía a la policía para que un humano la revise. Dependiendo de la gravedad, el conductor recibe una carta de advertencia o una notificación de sanción.
El impacto positivo de la IA en la Seguridad Vial
Desarrollada por la empresa Acusensus y dentro del proyecto Vision Zero South West y la policía de Devon y Cornwall, esta cámara ya ha demostrado su efectividad en Australia, reduciendo los accidentes de tráfico. Con casi 50 muertes en las carreteras y cientos de heridos en Devon y Cornwall el año pasado, es evidente que también allí se necesitan soluciones innovadoras.
El mensaje está claro
Adrian Leisk, jefe de seguridad vial de la policía de Devon y Cornwall, se mostró consternado con las cifras del año pasado y destacó la importancia de esta nueva tecnología. «Usamos esta nueva tecnología para enviar un mensaje claro: si usas el móvil al volante, te atraparemos», advirtió. Y es que, a pesar de que muchos conductores son responsables, hay un grupo que sigue poniendo vidas en peligro.
El avance tecnológico nos ofrece herramientas increíbles para mejorar nuestra calidad de vida. Pero también nos recuerda la responsabilidad que tenemos al volante. La tecnología puede ayudar a detectar infracciones, pero la verdadera solución está en la conciencia y educación vial.
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