Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Indiana han descubierto que las moscas cojoneras pueden utilizarse como sensores químicos, con especial atención a la detección de agentes de guerra química.

Cada vez que nos hemos enfrentado profesionalmente al reto de necesitar la medida de “calidad” de alguna materia utilizada en la industria siempre hemos topado con el problema de la toma de muestras. Mientras que la medida final es relativamente sencilla dados los grandes avances de la electrónica el conseguir una muestra limpia y representativa no es nada sencilla. En más de uno de los proyectos en los que hemos participado ha resultado bastante más caro el sistema de toma de muestras que el propio analizador en sí.

En esta línea va, más o menos, la propuesta de Indiana en la que ellos han demostrado la UTILIDAD de los moscardones … moscas de la carne, moscas cojoneras o dípteros braquíceros de la familia de los califóridos.

EL grupo Picard lleva bastante tiempo estudiando en su laboratorio todo lo relacionado con este (molesto) insecto  y no tan solo como fuente de comida. Ahora acaban de publicar aquí un interesante trabajo subvencionado en parte por el ejército norteamericano.

YouTube player

Su idea es aprovechar a estas moscas (que se meten por todos lo sitios) como sensores voladores tomando muestras del entorno que nos rodea, probando de todo y almacenando (la información) en sus intestinos. Después mediante el empleo de espectrometría de masas son capaces de identificar, por ejemplo, pesticidas,que son químicamente similares a los agentes de guerra química en cuanto al comportamiento de sus moléculas.

Aunque los agentes químicos de guerra no persisten durante mucho tiempo en el medio ambiente, los investigadores descubrieron que se conservan lo suficientemente bien en las tripas de la mosca como para realizar un análisis químico. También pudieron detectar los simulantes de agentes de guerra química hasta 14 días después de la exposición inicial de la mosca, lo que ilustra una alternativa más segura para la recogida de muestras, sin arriesgar vidas humanas.

Esta investigación también tiene importantes aplicaciones para los científicos medioambientales que quieren entender cómo se mueven los contaminantes, como los pesticidas, por el medio ambiente.

A continuación, los investigadores planean aplicar lo aprendido en este estudio a un nuevo proyecto de dos años financiado por la Oficina de Investigación del Ejército sobre Química Ambiental. Este trabajo se centrará en la detección de moléculas de “municiones insensibles“, que son un nuevo tipo de compuestos explosivos que tienen menos probabilidades de detonar por accidente. Por ello, sin embargo, tienden a depositarse más en el medio ambiente.

391
Suscribirse
Notificación
0 Comments
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
0
¡Aquí puedes dejar tus comentarios!x