La gente somos reacios a los cambios y nos cuesta salir de nuestra zona de confort. También en la tecnología se observa dicho fenómeno a pesar de que por definición debería llevar asociado el concepto de innovación.

Un ejemplo de dicho fenómeno es el “Menú de Inicio” de Windows que todo el mundo quiere mantener lo más parecido al que venía con Windows 7.

Por eso apareció Start8 para devolver a Windows 8 el mismo menú Inicio de Windows 7 al estilo que ha dependido, al tiempo que añade mejoras sólo para Windows 8. acceder rápidamente a las aplicaciones, dispositivos, música, videos y documenta la forma en que siempre tienen con Start 8.

Las características incluyen un menú de Inicio de Windows 7 al estilo con Windows 8 mejoras; buscar Windows 8 estilo (IU Moderno) aplicaciones; aplicaciones de escritorio pin y Metro; arrancar directamente en el escritorio de Windows 8; o hacer que la pantalla de Inicio de Windows 8 puede acceder desde el menú Inicio.

Años después y con la aparición de Windows 10 los mismos desarrolladores presentaron su nuevo Start10 con un objetivo similar. Ahora e incluso antes de que Microsoft tenga finalizado su Windows 10 ya se puede probar una beta de Start11 previo pago de 4.99 $ aunque con el derecho a disponer de la versión final de forma gratuita cuando esté disponible.