La empresa suiza VunaNexus ha desarrollado un sistema innovador que convierte la orina humana en fertilizante certificado llamado Aurin. Utilizando un proceso inspirado en la tecnología espacial, el sistema aprovecha los nutrientes presentes en la orina, elimina los olores y filtra micropoluentes (microcontaminates), logrando un fertilizante seguro y reutilizable. Este enfoque no solo reduce la contaminación ambiental derivada del nitrógeno, sino que también permite un uso más eficiente de los recursos. La instalación de pequeñas plantas de tratamiento en edificios urbanos densos permite extraer y procesar aproximadamente 8.000 litros de orina al día, contribuyendo a cerrar el ciclo de nutrientes en entornos residenciales y comerciales. La tecnología, apoyada por la Agencia Espacial Europea, representa un avance en sostenibilidad urbana y gestión de residuos.

Un nuevo enfoque para el reciclaje de nutrientes

En la agricultura convencional, la obtención de nitrógeno requiere grandes cantidades de energía fósil y genera emisiones significativas de CO2. La orina humana, que contiene entre 4 y 7 gramos de nitrógeno por litro, se considera actualmente un residuo altamente contaminante. VunaNexus propone un sistema automatizado que redirige la orina desde urinarios secos o inodoros que separan líquidos hacia un reactor biológico. En este reactor, dos tipos de bacterias realizan la nitrificación, transformando el amonio en nitratos y eliminando el olor en un período de cinco a diez días. Posteriormente, el líquido resultante se filtra para eliminar micropoluentes, se pasteuriza y se concentra mediante destilación, obteniendo agua destilada reutilizable y Aurin, el fertilizante certificado.

Esta técnica no solo optimiza el aprovechamiento de nutrientes, sino que también reduce la contaminación del suelo y del agua. En la actualidad gran parte de la orina humana se libera sin tratar, causando pérdida de nutrientes y problemas ambientales, Con Aurin, la extracción y tratamiento de 8.000 litros diarios evita que estos nutrientes acaben en ríos y lagos, disminuyendo significativamente la carga de nitrógeno en el medio.

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Aurin en la práctica urbana

El sistema de VunaNexus está diseñado para su instalación en edificios grandes y en infraestructuras urbanas densas. Permite un control remoto total y requiere un mantenimiento mínimo, lo que facilita su integración en proyectos comerciales y residenciales. Ya se han implementado seis instalaciones, incluyendo oficinas, complejos residenciales y un banco privado en Australia y Suiza. Los fertilizantes producidos pueden venderse en volumen a agricultores o utilizarse para plantas domésticas y jardines, creando un circuito cerrado de nutrientes dentro de la ciudad.

Técnicamente, la eficiencia del sistema se basa en la relación nitrógeno/fósforo en la orina y en la optimización de la nitrificación. Por cada litro de orina procesada, se recuperan aproximadamente 0,5 gramos de nitrógeno utilizable en forma de nitrato, lo que equivale a una reducción de emisiones de CO2 derivadas de la producción industrial de fertilizantes. Además, la pasteurización y filtrado eliminan bacterias patógenas y compuestos químicos residuales, garantizando un fertilizante seguro y ecológicamente sostenible.

Implicaciones medioambientales y perspectivas futuras

La contaminación por nitrógeno procedente de la orina humana es un problema a menudo subestimado que afecta a ecosistemas acuáticos y terrestres. La implementación de sistemas como el de VunaNexus ofrece una solución práctica para mitigar este impacto, reduciendo la eutrofización de ríos y lagos y disminuyendo la dependencia de fertilizantes industriales. Además, la reutilización de nutrientes contribuye a la economía circular urbana, un concepto que gana relevancia en políticas de sostenibilidad.

El respaldo de la Agencia Espacial Europea refleja la inspiración en tecnologías espaciales regenerativas, como el proyecto MELiSSA, que busca mantener la vida en misiones de larga duración mediante el reciclaje de nutrientes. Esta experiencia aplicada en la Tierra demuestra cómo la innovación en entornos extremos puede ofrecer soluciones efectivas para problemas cotidianos en entornos urbanos.

Se prevé que en el futuro, las grandes construcciones en centros urbanos integren tecnologías de reciclaje de nutrientes como Aurin, transformando la gestión de residuos líquidos en una fuente de fertilizante útil y reduciendo el impacto ambiental global. A medida que más ciudades adopten este enfoque, la disponibilidad de fertilizantes certificados a partir de recursos locales podría incrementar la autosuficiencia agrícola y disminuir el coste de producción asociado a fertilizantes químicos.

Reflexiones finales

Aurin representa un ejemplo tangible de cómo la innovación tecnológica puede transformar un residuo cotidiano en un recurso valioso. La combinación de procesos biológicos, filtrado y pasteurización genera un fertilizante seguro y eficiente, mientras que la automatización y la adaptabilidad del sistema facilitan su adopción urbana. Más allá de la sostenibilidad ambiental, la implementación de este tipo de soluciones puede abrir nuevas oportunidades económicas para edificios y empresas interesados en la gestión responsable de residuos y recursos.

La capacidad de procesar 8.000 litros de orina diaria, recuperar nitrógeno y fósforo, y generar un fertilizante certificado subraya la viabilidad técnica y económica del proyecto. Aurin no solo aporta beneficios directos al medio ambiente, sino que también sienta las bases para futuros desarrollos en la reutilización de recursos humanos y urbanos, demostrando que la eficiencia en el uso de nutrientes es posible cuando se combinan biotecnología y diseño urbano inteligente.

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