El FanlessVC2300S es un ordenador (o más bien una caja para PC) sin ventiladores que sorprende por su chasis fabricado en cobre, un material poco habitual en este tipo de dispositivos debido a su peso y a su coste, pero que garantiza una capacidad de disipación térmica muy superior a la de otros metales. El equipo está concebido para entornos donde el silencio y la estabilidad térmica son factores prioritarios, desde estudios de grabación hasta estaciones de trabajo domésticas. En su versión más singular, con la carcasa completamente de cobre, alcanza un peso de 21,5 kilogramos, mientras que el modelo equivalente en aluminio se queda en 11,2 kilogramos. Con unas dimensiones de 360 × 303 × 130 milímetros y un volumen interno aproximado de 14,2 litros, el dispositivo incorpora un sistema de heat pipes y disipadores que le permite manejar cargas de hasta 250 vatios sin ventilación activa (ventiladores) .

Un vistazo técnico al diseño pasivo de alta exigencia

La elección del cobre no es casual. Este metal tiene una conductividad térmica cercana a los 400 W/(m·K), frente a los 205 W/(m·K) del aluminio, lo que se traduce en una mayor capacidad para transferir calor desde los componentes internos hacia el exterior. En el FanlessVC2300S el chasis no es simplemente una cubierta estética, sino un elemento activo de refrigeración que funciona como un gigantesco disipador pasivo. El cuerpo del equipo, junto con 17 heat pipes de 8 milímetros y uno adicional de 10 milímetros, se combina con tres bloques de aluminio para distribuir y expulsar la energía térmica. Según los datos ofrecidos por Liliputing, el sistema está dimensionado para disipar hasta 250 W, lo que supone que puede albergar configuraciones relativamente exigentes sin recurrir a ventiladores.

El diseño, sin embargo, introduce algunas limitaciones físicas. La densidad del cobre, cercana a los 8,96 g/cm³ frente a los 2,70 g/cm³ del aluminio, explica que el modelo de cobre completo pese prácticamente el doble que su versión en aluminio. Esto implica costes de transporte más elevados, menor facilidad de montaje en estanterías ligeras o soportes VESA, y mayores exigencias en cuanto a manipulación. Además, el espacio disponible para componentes está condicionado por la presencia de los heat pipes y disipadores, lo que restringe la instalación a placas mini-ITX de 170 × 170 mm y a tarjetas gráficas de perfil bajo con doble ranura, sin posibilidad de montar soluciones más voluminosas.

En qué destaca el FanlessVC2300S

El FanlessVC2300S admite placas base mini-ITX, tarjetas gráficas de media altura y bahías para unidades de 2,5 pulgadas, tanto SSD como discos duros convencionales. En este sentido, su capacidad de expansión está pensada para cubrir necesidades de almacenamiento y gráficos de gama media, más que para montar estaciones de juego de alto rendimiento. El interés principal de este diseño está en el silencio absoluto y en la estabilidad térmica en situaciones donde los ventiladores serían un problema. De acuerdo con la cobertura de FanlessTech, este tipo de equipos encuentra su nicho en estudios de audio, salas de cine en casa o incluso laboratorios donde el ruido ambiental debe reducirse al mínimo.

La clave está en su capacidad de disipar hasta 250 vatios, una cifra que permite instalar procesadores de gama media-alta y gráficas de bajo consumo sin comprometer la fiabilidad. No obstante, es necesario tener en cuenta que la disipación pasiva depende mucho del entorno: temperatura ambiente, circulación de aire en la sala y disposición física del chasis. Si el dispositivo se instala en un espacio cerrado o sin renovación de aire, su eficiencia térmica puede reducirse de forma significativa.

Implicaciones prácticas y comparativas

La mayor virtud del FanlessVC2300S es el silencio, ya que elimina por completo las fuentes de ruido mecánico asociadas a los ventiladores. Esto también mejora la durabilidad, dado que desaparecen elementos móviles propensos a fallar por desgaste. A nivel estético, la construcción en cobre lo convierte en un objeto llamativo y, en el caso de la edición limitada, casi en una pieza de colección. La versión completamente de cobre, de la que solo se fabricarán diez unidades, está claramente orientada a entusiastas y coleccionistas, más que a usuarios convencionales.

Sin embargo, el peso de 21,5 kilogramos convierte a este ordenador en un equipo poco práctico para quienes necesiten movilidad o facilidad de instalación. El modelo de aluminio, con 11,2 kilogramos, puede resultar más manejable y sigue ofreciendo una disipación más que suficiente para la mayoría de configuraciones. Según un análisis de Tom’s Hardware, los sistemas sin ventilación ofrecen ventajas en términos de silencio y durabilidad, pero siempre implican compromisos en cuanto a rendimiento extremo y flexibilidad de expansión. Frente a otras propuestas que utilizan aluminio o sistemas híbridos con ventiladores de bajo ruido, el uso de cobre puro sigue siendo una rareza, sobre todo por los costes asociados.

Producto estrella: análisis detallado

El FanlessVC2300S se posiciona como un dispositivo singular por su construcción. El chasis actúa como disipador térmico gracias a la distribución de los heat pipes, que transfieren el calor desde la CPU y la GPU hacia la superficie externa. En la versión estándar se combina una estructura interna de cobre con una carcasa exterior de aluminio, mientras que la edición limitada apuesta por el cobre completo, lo que maximiza la capacidad de transferencia térmica.

El rendimiento térmico, aunque estimado en 250 W, debe entenderse como una cifra de referencia bajo condiciones óptimas. Factores como la temperatura ambiente, la ventilación natural de la sala o incluso la orientación del dispositivo pueden alterar significativamente su comportamiento. En cualquier caso, estamos ante un sistema que permite montar configuraciones de gama media-alta con la tranquilidad de que no habrá ruidos ni piezas móviles que requieran mantenimiento.

El peso y la disponibilidad reducida convierten este producto en una opción más cercana a la demostración técnica que a la comercialización masiva. No obstante, pone sobre la mesa un concepto interesante: que es posible construir un PC silencioso, fiable y con disipación pasiva avanzada utilizando cobre como material protagonista, aunque ello suponga costes y limitaciones logísticas importantes.

Reflexiones adicionales

El FanlessVC2300S es un ejemplo de cómo el diseño de hardware puede explorar materiales y enfoques que rara vez se aplican en la informática de consumo. La apuesta por el cobre muestra que aún hay margen para innovar en soluciones pasivas, incluso aunque el resultado no sea un producto pensado para todos los públicos. Este tipo de sistemas demuestran que el silencio absoluto y la disipación avanzada son posibles, pero también evidencian que hay un límite práctico en cuanto a peso, tamaño y precio.

En última instancia, equipos como este ponen en valor la importancia de la ingeniería térmica en la informática actual. Un PC no es solo un conjunto de procesadores y memoria, también es un ecosistema de gestión de calor. La eficiencia de un sistema pasivo depende tanto de la elección de materiales como de la forma en la que se distribuye el calor, y en este terreno el cobre sigue siendo un material difícil de superar.

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