El Martvsen MagStack es un sistema de lentes modulares magnéticas para móviles que permite alcanzar una magnificación extrema de hasta 105× sin necesidad de contar con un modelo “Pro” de iPhone. Con una distancia focal mínima de aproximadamente 2,5 centímetros, este accesorio ofrece la posibilidad de capturar texturas, estructuras y detalles prácticamente invisibles al ojo desnudo o con cámaras estándar, como los píxeles de una pantalla o los cristales de azúcar. El montaje se realiza mediante imanes, evitando las típicas roscas que resultan poco prácticas en el día a día, y permite combinar diferentes lentes para obtener distintos niveles de aumento. El precio estimado ronda los 69 dólares para la versión básica y los 89 dólares para el kit Pro, con disponibilidad internacional prevista para noviembre de 2025 según Yanko Design.
¿Qué hace diferente al MagStack frente a lo que ya existe?
La principal novedad del MagStack reside en su diseño modular. El sistema permite apilar diferentes lentes, de 30× y 25× en el kit básico, que al combinarse alcanzan niveles de magnificación variables. El modelo Pro añade lentes adicionales que, junto con la de 30×, permiten llegar hasta 105×. Esto convierte al dispositivo en una herramienta flexible que se adapta a distintos escenarios de captura, desde el registro detallado de una flor hasta la observación de estructuras microscópicas en materiales cotidianos, tal y como explica Yanko Design.
El aspecto constructivo también marca diferencias frente a otros accesorios más económicos. El fabricante ha optado por emplear vidrio óptico de calidad y aluminio aeronáutico, lo que asegura resistencia mecánica y precisión en la alineación de los elementos. Los imanes utilizados no solo permiten un acoplamiento sencillo, sino que cuentan con un diseño “position-proof” que garantiza que cada lente quede perfectamente alineada con la cámara del teléfono, reduciendo así problemas habituales como las aberraciones cromáticas o los desenfoques periféricos.
En términos de precio y accesibilidad, el MagStack se sitúa en un rango interesante. El modelo básico cuesta 69 dólares y el Pro 89 dólares. Existe también una carcasa específica para iPhone que se vende por separado por unos 19 dólares, aunque el sistema es compatible con prácticamente cualquier smartphone gracias a un clip universal. Sin embargo, no todo son ventajas: a estos niveles de aumento la imagen se vuelve extremadamente sensible a las vibraciones y a la falta de luz. Por ello, el fabricante recomienda usar trípode, iluminación auxiliar e incluso recurrir al enfoque manual para mejorar la nitidez.
El producto estrella: MagStack Pro
El MagStack Pro representa la máxima expresión de este sistema. Al combinar hasta cuatro lentes —tres de 25× junto con la de 30×— se alcanza la magnificación total de 105×, lo que permite observar con detalle estructuras tan diminutas que tradicionalmente requerían un microscopio de laboratorio. Esto incluye desde fibras textiles y patrones de papel hasta superficies metálicas o pequeñas partículas sólidas. Aunque no sustituye a un microscopio profesional, acerca al usuario medio a un mundo visual que antes estaba fuera de su alcance.
Para sacar el máximo partido a este nivel de aumento es imprescindible cumplir con ciertas condiciones técnicas. Un teléfono con un buen sensor, preferiblemente de alta resolución, marca la diferencia en términos de nitidez y rango dinámico. La estabilidad es crítica: cualquier movimiento mínimo se amplifica cien veces en la imagen final. Y la iluminación juega un papel decisivo, puesto que una magnificación tan elevada reduce la cantidad de luz que llega al sensor, obligando a usar fuentes adicionales como aros de luz o sistemas LED cercanos. Según el análisis de Yanko Design, la profundidad de campo es extremadamente reducida, por lo que es necesario experimentar con diferentes ángulos y enfoques para conseguir resultados óptimos.
Contexto dentro de la fotografía móvil
En el panorama de la fotografía con smartphones, la tendencia dominante ha sido incrementar el zoom óptico e híbrido para capturar escenas lejanas, con fabricantes como Samsung ofreciendo hasta 100× mediante combinaciones de óptica y procesamiento digital. Sin embargo, este enfoque se centra en acercar objetos distantes, mientras que el MagStack propone justo lo contrario: explorar lo diminuto. Esta diferencia es clave, ya que exige controlar variables como la distancia focal mínima, el enfoque manual y la intensidad de la luz en distancias de apenas unos centímetros. Para muchos usuarios, se abre así un campo creativo que hasta ahora estaba reservado a equipos más caros y especializados.
La fotografía macro tiene además una larga tradición en la enseñanza y la divulgación científica. Como explican en B&H Explora, las técnicas macro requieren no solo buena óptica, sino también un control exhaustivo de la iluminación y la estabilidad de la cámara. En el caso de MagStack, se aprovecha la potencia de los sensores móviles modernos, que en algunos casos superan los 48 megapíxeles, para registrar texturas con precisión. Por otra parte, el portal [DPReview](https://www.dpreview.com/articles/ macro-vs-micro-magnification-optics) recuerda que a niveles de magnificación tan elevados la profundidad de campo se reduce a fracciones de milímetro, lo que supone un reto creativo y técnico al mismo tiempo.
Reflexiones adicionales
El MagStack no solo es un accesorio curioso, sino también una herramienta con aplicaciones prácticas. Puede servir para la documentación de materiales en proyectos artísticos, para la inspección de superficies en restauración de objetos, o para actividades educativas que busquen acercar a los estudiantes a la observación de detalles microscópicos sin necesidad de equipos costosos. En el ámbito de la creación de contenido, abre posibilidades estéticas que van más allá de la simple fotografía de paisajes o retratos, permitiendo composiciones que exploran un mundo oculto a simple vista.
La relación entre coste y prestaciones es especialmente atractiva. Mientras una lente macro profesional para cámaras réflex o sin espejo puede superar fácilmente los 400 euros, el MagStack ofrece un acceso mucho más económico sin renunciar a la calidad óptica. Claro que, como todo accesorio especializado, tiene sus limitaciones: requiere paciencia, control ambiental y cierta experiencia en fotografía. Pero para quienes busquen experimentar con nuevas formas de capturar el mundo, este accesorio se presenta como una opción muy estimulante.
