La electrificación del automóvil, que durante años ha sido presentada como el camino inevitable hacia la sostenibilidad y la reducción de emisiones, está entrando en una fase de revisión más crítica y matizada. Tras una década de planes ambiciosos y promesas de calendarios acelerados, varios fabricantes han comenzado a ajustar sus hojas de ruta, ralentizando inversiones, aplazando lanzamientos e incluso reconsiderando el equilibrio entre motores eléctricos y tecnologías híbridas en sus gamas. El caso más llamativo es el de Lamborghini, que ha decidido suspender temporalmente su proyecto Lanzador, un gran turismo eléctrico de altas prestaciones que debía marcar el inicio de una nueva etapa para la marca italiana, no solo en términos de diseño sino también como emblema de su compromiso con una movilidad de cero emisiones.
Lamborghini Lanzador: potencia sin fecha
El Lanzador, presentado como prototipo en 2023, prometía más de 1 MW de potencia, tracción total y una batería de alta densidad energética con más de 500 km de autonomía bajo ciclo WLTP. Incorporaba vectorización de par por eje, suspensión activa y aerodinámica adaptativa, todo ello sobre una arquitectura 100% eléctrica. Sin embargo, Stephan Winkelmann, CEO de Lamborghini, ha confirmado que el proyecto queda “suspendido por ahora”, citando falta de demanda y madurez tecnológica.
Este movimiento no es aislado. Mercedes-Benz ha retrasado su objetivo de electrificación del 50% de ventas de 2025 a 2030. Ford ha recortado su inversión en eléctricos del 40% al 30%, cancelando el desarrollo de un SUV eléctrico de gran tamaño. Incluso Porsche ha admitido que sus previsiones para 2030 dependerán de la evolución del mercado. Según Automotive News, estas decisiones responden a una reevaluación estratégica más que a un abandono del vehículo eléctrico.
Europa: cifras que no cuadran
En 2024, los eléctricos representaron el 15,3% de las matriculaciones en Europa, según datos de ACEA. En España, la cuota fue del 7,2%, lejos del 24% europeo. La infraestructura de recarga sigue siendo insuficiente, especialmente en zonas rurales, y el coste medio de los eléctricos continúa siendo superior al de los modelos térmicos equivalentes.
Además, la normativa Euro 7, que debía endurecer los límites de emisiones, ha sido aplazada, lo que ha dado margen a los fabricantes para seguir explotando plataformas térmicas. El auge de los híbridos enchufables como solución intermedia también ha desviado parte de la demanda.
Incentivos: el caso español
El Plan Moves III ha sido clave para impulsar la compra de eléctricos, pero su ejecución ha sido desigual. En 2025, nueve comunidades autónomas agotaron los fondos disponibles, dejando fuera al 85% del mercado potencial. La falta de continuidad en los incentivos y la complejidad burocrática han generado incertidumbre entre los consumidores.
Mientras tanto, países como Noruega o Países Bajos, con políticas más estables, siguen liderando la penetración del vehículo eléctrico. Según BloombergNEF, China supera el 35% de cuota de mercado en eléctricos, mientras que Europa y EE. UU. muestran claros signos de desaceleración.
Tabla comparativa: Ajustes en la electrificación de fabricantes (2024–2025)
Fabricante | Objetivo inicial | Cambio reciente | Producto afectado | Motivo declarado | Fuente |
---|---|---|---|---|---|
Lamborghini | Lanzador eléctrico en 2027 | Proyecto suspendido temporalmente | Lanzador (GT eléctrico >1 MW) | Baja demanda y falta de madurez tecnológica | |
Mercedes-Benz | 50% de ventas eléctricas en 2025 | Meta retrasada a 2030 | Gama EQ | Ajuste estratégico por demanda y rentabilidad | |
Ford | Inversión del 40% en eléctricos | Reducción al 30% y cancelación de SUV eléctrico | SUV eléctrico de 7 plazas | Repriorización de recursos y presión financiera | |
Porsche | 80% eléctricos en 2030 | Objetivo condicionado a demanda | Macan EV, Taycan | Revisión de previsiones por evolución del mercado | |
Stellantis | Electrificación total en Europa para 2030 | Revisión de calendario y gama híbrida reforzada | Peugeot e-3008, Fiat 600e | Estrategia flexible ante incertidumbre regulatoria |
¿Y ahora qué?
La electrificación no se detiene, pero sí se matiza. Los fabricantes siguen desarrollando plataformas eléctricas, aunque con mayor cautela. La transición energética del automóvil está condicionada por múltiples variables: evolución tecnológica, regulación, comportamiento del consumidor y geopolítica. La guerra en Ucrania ha encarecido materias primas como el níquel y el litio, afectando directamente al coste de las baterías.
Según InsideEVs, el retraso en lanzamientos clave y la evolución de las baterías están obligando a los fabricantes a replantear sus calendarios y estrategias de producto. El coche eléctrico sigue siendo el objetivo, pero el camino será más largo y menos lineal de lo previsto.
Reflexión final
Más allá del ruido mediático, lo que estamos viendo es una fase de ajuste. El caso del Lanzador es representativo: incluso las marcas más exclusivas necesitan certezas antes de dar el salto definitivo. La clave estará en cómo evolucionen las políticas públicas, la infraestructura de recarga y la tecnología de baterías. Si estos tres pilares avanzan de forma coordinada, el coche eléctrico podrá consolidarse como opción mayoritaria. Si no, veremos más pausas como la de Lamborghini.
